Ya no sólo es suficiente alzar la voz, exigir a las autoridades que cumplan con las obligaciones para las que fueron contratados, sino que ya es urgente que los ciudadanos en general seamos más empáticos en el apoyo a las mujeres victimizadas, ya que por desgracia, aunque existen muchos colectivos, asociaciones y demás en apoyo a la mujer, así como instancias gubernamentales, no son suficientes, pues los índices de violencia contra la mujer se han disparado en los últimos años.
Y qué decir de los feminicidios, estos han venido al alza. Ya la edad no importa, pues niñas, jóvenes y adultas, así como adultas mayores son agredidas, violentadas y victimizadas.
Y es que es muy bonito que cada 25 de mes salgan a las calles las instancias gubernamentales a alzar la voz y decir que están en apoyo a la mujer como lo estableció ONU Mujeres desde el 2008. De allí el día naranja, que a veces se queda en un mero recordatorio para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, siendo responsabilidad de todos los países miembros conmemorar este día.
Pero aquí lo curioso de este tema es que muchos de los servidores públicos y funcionarios al menos en nuestro país, que están en apoyo a las mujeres y hacen videos enfatizando su total desaprobación a la violencia, son los mismos que están violentando a sus parejas "en lo ’oscurito". Casos hay muchos y es que gracias a las denuncias poco a poco han ido saliendo a la luz.
¡Y cómo no vivir con miedo! si muchas mujeres tienen que tomar distancias muy largas para llegar a sus hogares después de jornadas intensas de trabajo en donde ya no importa si es de día o de noche, pues ya los acechadores están ahí esperando a sus víctimas; y qué decir de las niñas que tienen que ser cuidadas por familiares a los que se les brindó la confianza de poder ser los protectores; y en donde estos seres despreciables aprovechándose de la inocencia de los más pequeños, la confianza y el amor que a veces se les tiene abusan de los más indefensos.
Por desgracia describir a un abusador, violador, psicópata, asesino, misógino y demás suele ser muy difícil, pues estos actúan con mucha cautela, por eso es muy importante que desde casa las mujeres nos cuidemos, debemos ser más desconfiadas y cautelosas de quien está al cuidado de nuestros hijos y a quien le abrimos las puertas de nuestro hogar. Aunque los gobiernos están obligados a darnos seguridad, esta se termina al cerrar la puerta de nuestro hogar. Por desgracia, ahí es donde nadie puede ver lo que está pasando y lamentablemente a veces la vergüenza o el suponer que no nos van a creer nos limita; incluso se renuncia a la denuncia pensando en que el agresor cambiará.
Recordemos que en la mayoría de los casos está comprobado que el asesino es alguien a quien se le conoce. Y qué decir de los centros de trabajo, donde ya también ha sido un foco de ataque a las mujeres en donde el acoso sexual se ha incrementado. Estudiantes también se han visto violentadas por profesores. No importa ya el nivel económico, cultural o social. Este tema sobre la violencia contra la mujer afecta ya a la sociedad en general.
Y es que recordemos que las cifras son muy altas, ya que se estima que 3,800 mujeres pierden la vida de forma dolosa y una parte importante de ellas lo haría por violencia de género, lo que significa que no existe ningún programa de apoyo a la misma; decir también que menos de la mitad de los asesinos pisan la cárcel. Y los que lo llegan a hacer cumplen condenas muy pequeñas o en su defecto, como ya se ha visto en muchos casos, estos pagan una fianza y quedan libres. Hay casos donde el agresor regresa a asesinar a su víctima.
Desgraciadamente la violencia de género se ha convertido ya en un cáncer social, que ha cobrado muchas vidas y arruinado a otras más. Esta lucha no puede parar, por eso es importante resaltar que el silencio alienta a ese verdugo que como un ser cobarde y despreciable se esconde para lastimar y dañar. Por eso cuando seamos testigo de algún tipo de violencia contra las mujeres no debemos quedarnos de brazos cruzados debemos actuar.