Durante una década -o más-, la hoy diputada plurinominal Xóchitl Gálvez vendió la narrativa de ser una acérrima enemiga del priismo, especialmente el hidalguense, que de su propia boca se expresó como el más rancio y corrupto del país. Señaló incluso que su activismo en contra de dicha institución le trajo enemigos implacables como lo es el también senador plurinominal Miguel Ángel Osorio Chong.
Si bien ya desde 2018 la senadora se quitó la máscara y comenzó a apoyar abiertamente a la derecha mexicana, cayó como sorpresa la declaración que hizo Osorio Chong a su favor en una entrevista con Loret de Mola en LatinUS, pues dijo que de hecho, ’son muy buenos amigos’.
“Nos hicimos, somos muy buenos amigos, hay una relación de respeto”, afirmó ante el presentador.
Incluso, reveló que su amistad sería de índole personal, pues no tienen relación en cuanto a cuestiones políticas ni la está acompañando en su aventura por ser la abanderada del bloque opositor con miras a 2024.
Pero políticamente, Xóchitl siempre lucró con su supuesta animadversión hacia el PRI.
En una entrevista para Reporte Índigo, incluso narró que durante la contienda de 2010 fue objeto de todo tipo de presiones y que tenía temor de que Chong fuera el Secretario de Gobierno.
Años después, Xóchitl y Osorio fueron captados por las cámaras de El Reforma jugando a escribir nombres con albures en el Senado.
La declaración de Osorio Chong explicaría entonces el porqué en algunos espacios se decía su enemigo político, pero terminaba posando con los mismos priistas que juró desterrar.