Ana Karen Parra Bonilla, titular de Derechos Humanos en Hidalgo (CDHEH) llegó al cargo donde se desempeña gracias a su habilidad para mentir en su hoja de vida. Pero lejos de ser sancionada, incluso fue considerada dentro de las aspirantes a presidir la instancia nacional, recurriendo a la misma artimaña de mentir, aunque en esta ocasión fue tan inverosímil, que el mismo gobernador del Estado se encargó de ventilar invenciones.
Y es que una serie de yerros cometidos desde que tomó protesta hasta la actualidad, provocaron que más de una persona se cuestionara si Ana Karen Parra, quien prácticamente fue electa por su currículum para encabezar la institución, cuenta con las credenciales que dice tener, hallándose resultados interesantes.
Las mentiras sobre su formación
Llama la atención que como formación profesional escogió a la Universidad Iberomexicana de Hidalgo, institución que no suele priorizarse sobre la Autónoma (UAEH), pues más bien se recurre a esta cuando no se puede acreditar el examen de ingreso.
Aunado a ello, su maestría fue cursada en el Colegio de Estudios de Posgrados, institución cuyo Revoe refiere un local en una plaza comercial pequeña y cuya sede es una casa habitación.
Pero más allá de juzgar la calidad de la institución por sus instalaciones, lo grave es que Ana Karen Parra firmó documentos oficiales sin haber obtenido su grado académico correspondiente.
Fueron los colectivos Mercadita Insurgentas y la Unión de Madres Protectoras quienes ventilaron el asunto, lo que obligó a que exhibiera sus boletas, confirmando que aún no obtenía dicho grado.
Para no ser cuestionada sobre el tema, se le recuerda huyendo de su comparecencia de la prensa, lo que quedó captado en videos.
Mitomanía sobre su paso por Naciones Unidas
Pero además, mintió sobre sus supuestas actividades en Naciones Unidas, donde de ser voluntaria, en más de una ocasión se dijo representante de la institución en México, cambiando además los supuestos cargos cada ocasión.
En Mineral de la Reforma por ejemplo, se ostentó como Coordinadora de Movilización y Alianzas del Fondo de Población para Naciones Unidas (UNFPA), para de esta forma encabezar el Instituto de la Juventud.
Sólo que más adelante, para ese mismo periodo laboral, en el Congreso dijo que primero fue Coordinadora en el Programa Generación 2030 y después Coordinadora de Procuración de Fondos para Puebla e Hidalgo, ambos en UNFPA.
El problema está en que para el primero de los casos, se trató de un voluntariado que realizó, donde no se obtiene cargo. Pero en el segundo es más confuso, pues en 50 publicaciones consultadas para 2019 y 2020 de dicho organismo (10 y 40 respectivamente), en los que se ostentó como Coordinadora y/o Encargada del programa Juventudes 2030 del UNFPA, nunca apareció en el directorio: Arie Hoekman era la representante en México mientras que en la Coordinación de Juventudes aparecieron Iván Castellanos Nájera, Gabriela Marín Sosa, y José Antonio Ruiz.
Incluso fue buscada en secciones de Agradecimientos, Consejeros y hasta Directorios de OSCs en los citados documentos oficiales, pero el resultado fue el mismo, pues su nombre nunca apareció.
Lo que sí se encontró es que fungió como encargada de una AC denominada Juventudes 2030 -que no UNFPA-, que se creó y desapareció en 2018. Dicha iniciativa tuvo financiamiento y observación del órgano internacional, además de colaboraciones del gobierno de Puebla y de asociaciones civiles, pero ello no significa que los burócratas o los integrantes de las OSCs pertenecieran a la ONU.
También estuvo en My World México como voluntaria… lo que por alguna razón provocó que se ostentara como representante de ONU Voluntarios. En otra reseña de su perfil, en esas mismas fechas, aclaró que sólo colaboraba con UNFPA.
Incluso mencionó en su currículum a la Organización Internacional del Derecho para el Desarrollo si bien allí no fue posible verificarla, pues sólo estuvo un mes y supuestamente como capacitadora.
Mitomanía laboral
Hace unos días, cuando aún aspiraba a ser titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, afirmó que en su labor, había emitido recomendaciones “desde el gobernador hasta los municipios”, dando fe así de su imparcialidad en su labor. Y así lo aseguró ante el Senado de la República.
Pero nuevamente fue desmentida, pues no tiene registro alguno de recomendación hacia el gobernador y el mismo mandatario reconoció que no recuerda una sola recomendación que le haya llegado por parte del organismo estatal de Derechos Humanos.
La última pifia llegó cuando la SEIINAC exhortó a Ana Karen Parra a no vulnerar los derechos de los niños, pues en un video promocional, expuso imágenes de niños y adolescentes sin su consentimiento, lo cual viola la Ley en la materia.
Imágenes en el video: