Martha Briones
Ojalá y llegara a la Comisión Estatal de Derechos Humanos alguien con trayectoria en el tema, alguien que sea completamente ajena o ajeno a cualquier grupo político, a cualquier partido, a cualquier color.
Ojalá y fuera alguien con muchísimo conocimiento técnico y jurídico de Derecho, que haya litigado, que comprenda a la perfección el sistema de justicia penal, que no solo haya obtenido un título, o leído o tomando cursos, sino que además haya acompañado víctimas a lo largo de su vida, porque sin acompañamiento a víctimas, no existe activismo real.
Ojalá fuera alguien que no haya sido funcionario o funcionaria pública, ojalá sea alguien que no le deba el puesto a nadie. Ni que viva del presupuesto público de ninguna manera.
Ojalá fuera alguien libre, con rectitud, con carácter, con dignidad; porque es tan importante que la Comisión de Derechos Humanos tenga autonomía real, en momentos tan complejos para nuestra democracia.
Ojalá fuera alguien que lleve años en la lucha desde Sociedad Civil, y que haya alzado la voz ante las injusticias siempre.
Ojalá y sea alguien que no use al sistema para validarse por medio de las OSC que como siempre, se usan para botín.
Ojalá exista ese perfil.
Ojalá no haya imposiciones.
Ojalá se transparente el proceso, que hoy está ridículamente opaco ante el silencio de la sociedad.
Ojalá y en verdad el congreso analice cada perfil, buscando autonomía, preparación y trayectoria.
Ojalá y la Comisión se transforme, que haya cambios radicales, que sea cercana a la gente, a las víctimas, que se capaciten, que una vez capacitados capaciten mucho, que sea la institución más cercana a la gente, que cobre sentido, que sea real.
