Miopía exacerbada o cinismo petulante. La alcaldesa panista de Pachuca Yolanda Tellería Beltrán, presentó su cuarto y último informe de gobierno, dejando tras de sí una ciudad abandonada que encima, le enorgullece, o al menos eso se lee en los fragmentos de su último ato protocolario hacia la población.
’Pachuca es una ciudad distinta a la que se recibió. Respondimos las expectativas de un gobierno honesto, transparente y eficaz’, afirmó Tellería.
Lo que no dijo es que esa ciudad distinta, fue para mal.
Si bien los indicadores de delincuencia aumentaron como en todo el país, destaca el abandono a los servicios públicos, donde con datos de la misma presidencia municipal, no existe calle en la que no hayan baches y otros desperfectos sin avanzar 100 metros lineales.
Las luminarias no sólo resultaron insuficientes y de mala calidad, sino que fueron contratadas en arrendamiento mediante un proceso amañado para favorecer a una empresa de dudosa reputación que encima cobró más por ’prestarlas’ respecto lo que habrían costado nuevas.
Promesas de campaña como la desinstalación de los parquímetros heredados por la administración anterior así como el adelgazamiento de la nómina quedaron en el tintero.
’Me voy con la frente en alto, por haber cumplido con mi deber. Seguiré trabajando desde los causes ciudadanos, por el bienestar de todos’, concluyó la alcaldesa, cuya pésima administración deja de hecho con nulas posibilidades al partido que la llevó al poder para poder refrendarse en la administración municipal, pues tampoco sirvieron los gastos millonarios que realizó en comprar encuestas ’patito’ que supuestamente la posicionaban con una buena imagen por parte de la ciudadanía.