En lo que respecta a América Latina, México es uno de los países con el menor tiempo de licencias de paternidad, a la par con Perú y Brasil, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Una de las desigualdades de género más notables en la estructura socioeconómica latinoamericana se encuentra en la distribución del tiempo dedicado al cuidado del hogar y la crianza. Las mujeres en la región dedican, en promedio, tres veces más tiempo que los hombres a estas actividades.
Esta disparidad se ve reflejada en las políticas públicas, especialmente en la duración de los permisos parentales. Si bien la mayoría de los países latinoamericanos reconocen el derecho laboral a la licencia parental, las licencias de maternidad son significativamente más amplias que las de paternidad.
En México, por ejemplo, la licencia de paternidad es de tan solo cinco días, una de las más cortas de la región. En contraste, Paraguay, Colombia y Venezuela ofrecen 14 días de licencia de paternidad, siendo los países con las licencias más prolongadas en la región.
Esta disparidad en la duración de las licencias de paternidad acentúa la desigualdad de género en el ámbito del cuidado del hogar, perpetuando la carga desproporcionada que recae sobre las mujeres.