Las ola guinda finalmente se apoderó de Hidalgo, otorgando la mayor parte de los cargos populares a las fórmulas que encabezaron y aunque en los municipios el voto estuvo más dividido, lo cierto es que gobernarán ayuntamientos que en conjunto suman más del 80% de la población.
Como fuerza territorial en ayuntamientos (porque en diputaciones y senadurías Morena se llevó todo, completo), Morena gobernará al 81.09% de los hidalguenses, teniendo en su bolsillo a los municipios más importantes de la entidad.
El PT con sus 14 ayuntamientos gobernará casi al 10% de los hidalguenses. Si bien la mayoría son pequeños, sus más grandes triunfos correspondieron a Mixquiahuala, San Felipe Orizatlán y Zacualtipán.
De allí para abajo, ninguna fuerza electoral, sola o en conjunto, sobrepasó los 4 ayuntamientos aunque entre todos ellos fue Movimiento Ciudadano quien obtuvo los mejores rendimientos en cuanto a victorias en ayuntamientos con una población relativamente notable.
Destaca que aunque el PRD esté en la cuerda floja sobre perder su registro estatal (el nacional es casi seguro que se quede sin el), gobernará más pobladores que el PRI, que hasta hace unos años fuera el partido todopoderoso de la entidad y del cual hoy sólo quedan perdedores que se arremolinan entre las cenizas.