Antes y durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la oposición apostó a que el peso llegaría a las 30 e incluso a las 35 unidades por dólar, toda vez que durante los últimos sexenios esa siempre fue una constante que marcó las consecuencias de las políticas económicas adoptadas.
Desafortunadamente para ellos, aunque para beneficio del resto de los mexicanos, no sólo el dólar no subió a los niveles que se acostumbraban tras una administración, sino que incluso bajó frente al que ahora es conocido como superpeso, apodo ganado precisamente porque con el respaldo de la economía nacional ha sido resiliente a la volatilidad del mercado.
Este lunes el peso se apreció levemente a espera de las minutas de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y del Banco de México (Banxico), toda vez que de ellas derivará la especulación para las próximas semanas.
En el mercado de futuros de Chicago, la semana pasada se observó el nivel más grande de compras en prácticamente 4 años, esto es, que "se apuesta" no sólo por la estabilidad sino por la ganancia de la divisa mexicana para inversores internacionales.
El tipo de cambio inició la sesión en 17.0420 pesos por dólar, lo que coloca a la moneda mexicana mucho más cerca de taladrar la paridad de los 16 pesos que de acercarse a los 30 o incluso 35 que la oposición auguraba.