El miércoles pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó un nuevo pronóstico para la economía mexicana para 2023, el cual ha sido elevado a un 2.6%, lo que significa una décima más que lo proyectado en noviembre del año pasado.
A pesar de esto, la cifra sigue siendo un poco más baja que las expectativas del secretario de Hacienda y Crédito Público de México, Rogelio Ramírez de la O, quien prevé un crecimiento del 3% al finalizar el 2023.
Por otro lado, en el reporte más reciente de la OCDE se estima que la economía mexicana tenga un crecimiento del 2.1% para el 2024, sin cambios significativos comparados con informes anteriores.
De acuerdo con el informe, el consumo se verá favorecido gracias a la recuperación del mercado laboral; no obstante, se verá afectado por la alta inflación. A pesar de ello, el informe pronostica una disminución de la inflación del 5.9% en 2023 al 3.7% en 2024, aunque se advierte que aunque los precios han comenzado a moderarse, las expectativas y la inflación subyacente siguen siendo altas.
Por lo tanto, se recomienda que la política monetaria del Banco de México sea "restrictiva", y no se inicie una gradual disminución de las tasas de interés finales de 2023.
Además, según el informe, la inversión seguirá en aumento gracias a las mejoras en los cuellos de botella de las cadenas globales de valor y a la relocalización de la manufactura en México.
En un reporte reciente de Citibanamex, se ha mejorado la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México al 2%, al cierre del año 2023.
Además, el informe destaca la relevancia de fortalecer la "certeza regulatoria", especialmente en el sector energético, para aprovechar al máximo los procesos de relocalización en el país.Con información de FORBES