Las grandes obras de ingeniería que supone la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán difícilmente quedarían en manos de empresas locales por la carencia de capacidad técnica para una obra de esa magnitud, sin embargo, la edificación de las estaciones, drenajes y demás obras inducidas debería beneficiar a constructores locales, consideró Roberto Quiroz, expresidente del Colegio de Ingenieros de Cancún.
Adelantó que están a la espera de que se den a conocer más detalles del proyecto para solicitar reuniones tanto con el gobierno del estado como con la próxima administración federal para que colegios de profesionistas y firmas locales puedan ser considerados desde los preparativos, hasta la ejecución de la obra.
La magnitud del proyecto podría generar más de 3,000 empleos directos durante la construcción y un número de trabajos permanentes aún imposible de cuantificar una vez que la vía férrea esté operando, dijo.
Obviamente las expectativas son muy altas, pero también son muchos los riesgos, añadió, pues el tren pasará por tierras privadas, algunas otras con alta fragilidad ambiental, y ello supone dificultades que tendrán que solucionarse con tecnología de punta.
Roberto Quiroz indicó que en algunos tramos entre Cancún y Tulum la vía tendrá que ser elevada, para mantener intacto el entorno natural y no interrumpir el libre paso de la fauna local; en algunos otros tramos, añadió, se tendrán que construir puentes, y en algunos otros se requerirán soluciones de ingeniería avanzada dadas las características del suelo calizo que predomina en gran parte de la Península de Yucatán.
’Todo se puede hacer, pero requerirá soluciones muy puntuales para cada caso, las cuales deberán en todo momento apegarse a la normatividad ambiental de cada uno de los entornos por los que atraviese la línea férrea’, explicó.
Por contratos
La industria local, expresó el expresidente del Colegio de Ingenieros de Cancún, al menos la de Quintana Roo, podría pelear por los contratos para puentes y construcción de las estaciones, así como la introducción de los servicios subterráneos, ya que una de las particularidades del proyecto es que tanto el cableado como la conectividad eléctrica serán subterráneos.
Comentó que el proyecto férreo es sumamente positivo no sólo para Quintana Roo, sino que tendrá un impacto económico y social que podría venir a dar una nueva dinámica a regiones de la península que hasta ahora no se habían visto beneficiadas del turismo y de la dinámica económica que han despuntado en la parte norte de Quintana Roo.
En entrevista aparte con el coordinador del gobierno electo en Quintana Roo, Arturo Abreu Marín, informó que el tren tendrá 45% de inversión gubernamental y 55% de inversión privada, además de que se pretende incorporar como socios a los dueños de las tierras por donde pasará la vía férrea, con el fin de que se beneficien de manera directa de la rentabilidad del proyecto.
Competitividad
El Tren Turístico Transpeninsular, o Tren Maya, se plasma en el Proyecto de Nación 2018-2024 de Andrés Manuel López Obrador.
’Buscando acercar el desarrollo a las comunidades nativas de la cultura maya e incrementar la competitividad del producto turístico Mundo Maya, se plantea la construcción de una vía ferroviaria con un tren de mediana velocidad (130 kilómetros/hora aproximadamente) que comunique efectiva y rápidamente varias ciudades muy importantes de la cultura maya en el sur de la Península de Yucatán’, se lee en el documento.
El proyecto representa 830 km de vía férrea para cubrir el recorrido de Cancún hasta Palenque, con escalas en Tulum, Bacalar y Calakmul.
La participación del gobierno federal, empresas privadas, pequeños propietarios y ejidatarios se contempla dentro del proyecto para darle factibilidad. Se requieren 35,000 millones de pesos para los tres primeros años de la obra. El costo total en todas las etapas será de 64,900 millones de pesos.
Entre los requerimientos iniciales presupuestales, se vaticina construir una vía férrea, con estructura aérea parcial, desde Cancún hasta Tulum, aprovechando el derecho de vía actual de la autopista federal y buscando la participación de capital privado en este trayecto.