De las cerca de 300 bibliotecas públicas que existen en la entidad, casi la mitad de ellas no cuentan con un inmueble propio ni un espacio digno donde pueda reunirse la población para realizar diversas consultas, revelan datos del Gobierno de Hidalgo y del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue).
Y es que según el Denue -del Inegi-, las unidades económicas que han sido registradas como bibliotecas en la entidad tan solo suman 151, lo que quiere decir que el resto obedece a un mero espacio dentro de un edificio público que cubre otras necesidades.
La información estadística revela que en 7 municipios de la entidad no existe un solo inmueble que sea destinado exclusivamente para una biblioteca pública, siendo estos los de Chapantongo, Epazoyucan, Metepec, Omitlán de Juárez, Santiago de Anaya, Tenango de Doria y Tepetitlán.
Además, existe otro grupo de 47 municipios donde los inmuebles destinados a ser bibliotecas públicas tan solo llegan a uno.
Durante la gira de trabajo por la región de la Sierra Alta y la Huasteca hidalguense, la secretaria de Cultura Tania Eréndira Meza Escorza declaró que las bibliotecas deben ser refugios para las infancias.
La visita de supervisión de las condiciones de estos espacios por dichas regiones inició este lunes en Calnali y Huazalingo, donde la titular de Cultura aseguró que la administración del gobernador Julio Menchaca Salazar trabaja para que las 289 bibliotecas que existen en la entidad estén en orden con el fin de ofrecer espacios alternos y seguros para la población, principalmente las infancias, adolescencias y juventudes.
Tania Meza reafirmó que la dependencia estatal aprovechará la existencia de las bibliotecas para brindar otras opciones a las infancias y adolescencias con el fin de que se conviertan en pequeños centros culturales.