La fracción parlamentaria de Acción Nacional (PAN), la cual es integrada sólo de diputados plurinominales luego de que ninguno de sus candidatos ganara una posición por el principio de mayoría relativa, será la que presidirá el Congreso de Hidalgo durante el tercer año de trabajo de la 64 legislatura.
El hecho inverosímil de que una fuerza política perdedora represente al poder legislativo aún cuando en todas y cada una de las regiones se llevó la derrota, obedece a que la anterior legislatura modificó la Ley orgánica del Congreso para restarle fuerza a Morena, partido que ganó 17 de las 18 diputaciones competidas por mayoría relativa.
La responsable fue la entonces representante del Congreso María Luisa Pérez, quien tanto en esa ocasión como en la actual llegó por la vía plurinominal al parlamento. Entre otras modificaciones, impulsó reformas para que la aprobación de leyes se diera por dos terceras partes de los diputados en el pleno en lugar de la mayoría simple como se hacía, además de que la presidencia del órgano colegiado fuera rotativa para las tres principales fuerzas en lugar de que se quedara sólo con aquella ganadora.
La modificación permitió que los partidos de oposición, PRI y PAN, que sólo ganaron una diputación de mayoría en los comicios, tuvieran el control administrativo y la representación del Congreso durante dos años, en tanto que quien se llevó 17 diputaciones de mayoría, solamente presidiera un año.
Durante el tercer año la presidencia del Congreso recaerá en Asael Hernández Cerón, panista que llegó por la vía plurinominal pero que también había perdido el derecho a obtener el beneficio, es decir, fuer perdedor entre los perdedores, pues fue Gabino Hernández quien renunció a su diputación para entregársela.