En la condición actual, el PRD perdió su derecho a obtener prerrogativas en 16 entidades del país dado que no obtuvo un porcentaje de votación de al menos el 3%. En el caso de Hidalgo, donde se llevarán a cabo elecciones para gobernador en 2022, la tendencia es que engrose el listado.
La pérdida de las prerrogativas estatales será un hecho si la misma tendencia que identifica al PRD en los últimos comicios continúa por el mismo camino.
En las elecciones de 2020, el PRD alcanzó un 4.67% de votaciones y en 2021 la cifra bajó a 3.46, por lo que la tendencia marca que para 2022 tengan incluso menos del 3% que requieren por Ley, aunque no perderán el registro al menos hasta 2024, pues dependen del porcentaje nacional -que aún está en la cuerda floja-.
Además de sus propios errores que los tienen condenados al olvido al menos en Hidalgo, habrá que sumar la propuesta de Reforma Política ingresada por Morena donde la cuota sería ascendida hasta el 5%, lo que indudablemente los dejaría fuera y sin ninguna oportunidad de alcanzar el mínimo.
Y es que aunque una nueva coalición con el PRI y el PAN le daría una bocanada de aire, ni siquiera esta sería suficiente según la tendencia que marcan los mismos números.