Pese a recibir aumentos considerables en su presupuesto año con año, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) a cargo de la administración anterior se jineteó el recurso para uniformes, condición por la que más de la mitad del total de alumnos en planteles de educación básica, no se verán beneficiados por dicha política que emula la de otras entidades, especialmente la de la Ciudad de México.
El recurso se habría aplicado en otras partidas en pleno año electoral.
Solamente los alumnos de nuevo ingreso recibirán su uniforme para el ciclo escolar 2022-2023, adquiriéndose 253 mil 185 paquetes por un monto de 165 millones 885.6 mil pesos.
Aquellos a los que la SEPH coartó su derecho al acceso educativo universal fueron 290 mil alumnos, cuyo coste de uniformes requirió 220 millones de pesos; en cambio, la SEPH pagó 228 millones para la realización de un supuesto diagnóstico escolar, a través de cuestionarios, que se efectuó de manera incompleta, a sobrecosto, que no se hizo público y que encima se dijo que sufrió hackeo y ’se perdió’.
Quien fue responsable de ello fue Atilano Rodríguez Pérez, titular de la SEPH durante la administración de Omar Fayad Meneses.