El exgobernador Omar Fayad Meneses así como la legisladora y excandidata por la gubernatura de Hidalgo Carolina Viggiano Austria rompieron las formas y abiertamente han mostrado su lucha para hacerse de lo que queda del priismo en la entidad con miras a 2024.
El primer manotazo y tal vez el más importante lo ganó Viggiano, quien previa modificación de reglas desde el CEN Nacional dejó sin poder participar institucionalmente a las estructuras locales para así hacerse con la candidatura a la gubernatura de la entidad. Ganó la interna pero fue vapuleada en la contienda por un contundente 2 a 1 en votos que la dejó a más de 30 puntos de distancia sobre quien resultara ganador.
El episodio más reciente fue el Consejo Político Nacional del PRI, donde la Comisión de Procesos Internos decidió no otorgar el registro a la planilla integrada por Fayad, lo que dio la victoria automática as la planilla integrada por José Antonio Rojo.
Fayad no se quedó con las manos cruzadas sin embargo. Allí donde las planillas sí compitieron, sus allegados ganaron con comodidad las elecciones, lo que le representa tener canicas para el juego en el que se pelean a lo que queda del PRI en Hidalgo.
Más importante, se volvió a mostrar cómo se mueven las aguas en el tricolor.
Por un lado, Viggiano siendo incapaz de ganar elección alguna en la entidad a través de ella misma o de sus allegados, pero ejerciendo el poder de manera centralizada. Por el otro, estructuras dejadas por el exmandatario que transitan de mejor forma pero que sólo son capaces de ganar contiendas internas.
A decir de Viggiano, el éxito de Menchaca se debe a que Fayad tuvo la peor administración priista en Hidalgo; a decir de Fayad, el resultado se debió a que Viggiano hace años que no gana una elección popular -ha llegado a través de plurinominales- y se tiene a la dirigencia nacional más perdedora en la historia del priismo.
Mientras tanto el PRI observa cómo Morena les arrebata espacios y los dejará con un solo gobierno para mediados del 2023 de los 17 que tenía en 2018, llevando al partido a su extinción.