Pese a sus ganancias millonarias y a que es un negocio donde muchos llegaron por el compadrazgo, los gasolineros siguen pagando el salario mínimo a sus trabajadores, negándoles además, derechos que como trabajadores son irrenunciables.
Ya lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador: la gasolina la venden en promedio a 16 pesos el litro a las gasolinerías, obteniendo así un 25% de utilidad sobre las ventas totales, comercializando alrededor de 9 millones de pesos mensuales, además de otros 900 mil pesos por alterar las bombas y dar menos combustible a los clientes.
Así, una gasolinería en promedio tiene ganancias por 10.8 millones de pesos anuales, que sumado al robo de combustible contempla una ganancia anual de 3.15 millones de pesos. Si como dice INEGI ostentan menos de 5 empleados la mayoría de estas, el gasto en salarios asciende a poco menos de 60 mil pesos contemplando incluso seguro social y prestaciones de ley, por lo que la utilidad debería de ascender a 2.85 millones de pesos gracias a la socialización de salarios (pagar el mínimo y esperar que los clientes complementen el ingreso de los trabajadores mediante propinas).
