La secretaria de Energía, Rocío Nahle examinará cada contrato asignado a empresas extranjeras y privadas, así como las asignaciones otorgadas a la petrolera Pemex.
Los más de 100 contratos de exploración y extracción de hidrocarburos asignados tras una histórica reforma energética realizada entre 2013/14 serán evaluados de ’manera integral’, incluyendo ’sus aportes fiscales y de valor de la renta petrolera’, según el programa energético para los próximos años divulgado esta semana.
Hasta ahora, el mandatario y su secretaria de Energía, Rocío Nahle, habían dicho que esos proyectos debían demostrar que estaban produciendo crudo y gas para eventualmente estudiar la posibilidad de reanudar las subastas y otorgar más contratos, una reiterada petición de inversionistas del sector.
El programa no detalla cómo se llevará a cabo la evaluación, pero dice que se harán recomendaciones sobre el ’cumplimiento de las obligaciones’ derivadas de los contratos, así como de las asignaciones otorgadas a petrolera estatal Pemex.
Tras su arribo a la presidencia en diciembre del 2018, el gobierno de López Obrador canceló las licitaciones tanto de contratos como de los ’farm outs’ para buscar socios a Pemex.
En cambio, ha prometido fortalecer a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asegurando que la reforma energética las dejó en desventaja frente a sus competidores.
El programa sectorial reitera el apoyo a estas compañías y plantea el objetivo de que la CFE aumente su producción de electricidad, reduzca sus compras de energía a terceros, además de continuar revisando las tarifas que deben pagan otras empresas generadoras por servicios y el uso de su infraestructura.
Esto ayudaría a la estatal a ’garantizar que las tarifas eléctricas en los próximos años no aumenten por arriba de la inflación’, señala el documento, a tono con la promesa presidencial de no elevarlas más allá de ese indicador.
El reciente ajuste de tarifas por la transmisión de energía, aunado a un inesperado cambio de reglas en el sector eléctrico ha enfrentado a los empresarios con el gobierno y abierto un nuevo frente de conflicto para López Obrador. FORBES