En septiembre de 2024, el precio mundial de los alimentos aumentó un 3% en términos reales con respecto al mes anterior. Este incremento, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), afectó a todos los productos incluidos en su índice de precios de alimentos.
El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en 124,4 puntos en septiembre de 2024, un 3 % por encima del de agosto, lo cual representa el mayor aumento intermensual desde marzo de 2022. Subieron las cotizaciones de todos los productos incluidos en el índice, con aumentos que oscilaron entre el 0,4 % en el índice de precios de la carne y el 10,4 % en el del azúcar. En comparación con los niveles históricos, el índice de septiembre estuvo un 2,1 % por debajo de su valor correspondiente de hace un año y un 22,4 % por debajo del máximo de 160,3 puntos alcanzado en marzo de 2022.
El análisis por producto muestra incrementos del 3,8% en los lácteos. El precio del azúcar experimentó un alza significativa del 10,4%.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un valor medio de 142,4 puntos en septiembre, lo que representa un aumento de 6,2 puntos (un 4,6 %) desde agosto y constituye el nivel más elevado desde principios de 2023. El continuo ascenso del índice de precios obedece a la subida de las cotizaciones mundiales de los aceites de palma, soja, girasol y colza.
El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en septiembre en un promedio de 119,6 puntos, es decir, 0,4 puntos (un 0,4 %) más que en agosto y 5,5 puntos (un 4,8 %) por encima de su valor de hace un año.
La subida del índice se debió al aumento de los precios de la carne de aves de corral, que refleja principalmente la fuerte demanda de importaciones de carne de este tipo procedente del Brasil tras la relajación de las restricciones comerciales relacionadas con la enfermedad de Newcastle. Por otra parte, los precios internacionales de la carne de bovino se mantuvieron estables, ya que los limitados suministros procedentes de los principales países productores fueron suficientes para satisfacer la demanda mundial de importaciones.
De igual manera, los precios mundiales de la carne de cerdo no registraron variaciones, y los suministros mundiales permitieron satisfacer adecuadamente la mayor demanda, entre otras cosas gracias al aumento de las ventas internas en la UE. Por el contrario, los precios internacionales de la carne de ovino descendieron ligeramente, en buena parte debido a la persistencia de una baja demanda de importaciones por parte de China.
La FAO atribuye gran parte de estos aumentos a las condiciones climáticas adversas que impactan la producción y la oferta de alimentos.