Nuestra generación creció mientras generaba una conciencia negra sobre su propio futuro: no tendremos una pensión digna en nuestra vejez (si es que llegamos), el sistema nos la arrebató; sí, el neoliberalismo que muchos dicen que no existe.
Mientras madurábamos, aceptamos con algo de resignación y zozobra disimulada que si no acumulamos una fortuna suficientemente grande para el retiro, viviremos en la miseria total nuestros últimos años.
Hoy AMLO presentó una iniciativa de reforma a las pensiones que podría convertirse en uno de sus proyectos históricos.
Se reducirán las semanas de cotización de mil 250 (25 años) a 750 (15 años), aumentará la aportación patronal de 6.5% a 15% y se reducirán las comisiones de las Afores, por debajo del 1%. Con este esquema, el trabajador promedio aumentará su pensión en 40%.
Aumentará el derecho a pensión del 56% a 97% de los trabajadores y la cobertura de pensión garantizada del 34% a 82%.
Aunque este esquema es aún insuficiente, es la reforma en beneficio de los trabajadores de mayor alcance en más de 30 años. Tal vez los medios enfrentados con el presidente no le den mucha importancia, o tal vez usted como ’joven’ que aún ve lejos la jubilación tampoco le parezca muy importante, pero tal vez su ’yo’ del futuro se acordará de éste momento. Gustavo Godínez