La economía mexicana podría estar estancada, en parte, debido a la política monetaria de control de inflación, según un estudio de la Facultad de Economía de la UNAM. El investigador Santiago Capraro explicó que cuando la economía experimenta un choque positivo con inflación, el aumento de las tasas de interés tiene un impacto negativo en el crecimiento económico. Esto significa que se controla la inflación, pero la tasa de crecimiento no vuelve al nivel natural, sino que se estabiliza en un nivel más bajo que el inicial.
En un coloquio de la UNAM sobre los 100 años del Banco de México, Capraro y Araceli Martínez Olguín destacaron que existe un consenso sobre el impacto del cambio climático en la inflación.
Desde 1970, el aumento de los gases de efecto invernadero ha alimentado el cambio climático, lo que ejerce una presión al alza sobre la inflación 4 . Esto debe considerarse en la elaboración de las políticas monetarias.
Martínez Olguín señaló que México no está lo suficientemente preparado para proteger a la población del impacto del cambio climático. El Banco de México (Banxico) solo ha desarrollado herramientas para medir el efecto del cambio climático, pero no ha creado estrategias para mitigar su impacto.
La investigadora sugirió que la participación de Banxico en el desarrollo de estrategias para financiar sectores estratégicos, como la agricultura, podría limitar el impacto del cambio climático
Esta acción facilitaría la caída real del salario de trabajadores.
En el mismo evento, el investigador y catedrático de la UNAM, Carlo Panico, explicó que a lo largo de cuatro décadas ha quedado claro que los factores monetarios han jugado algún papel determinante en la inflación.
Hizo un acercamiento a la política monetaria del Fed de Estados Unidos y advirtió que en ese periodo ha quedado claro que más allá de centrarse en abatir la inflación, sus esfuerzos han girado en torno a la estabilidad del sistema financiero.
’Su política puede describirse como financial stability targeting y no inflation targeting’, subrayó.
A partir de sus investigaciones, refirió que hay evidencia de que los bancos centrales buscan evitar una crisis del sistema financiero antes que procurar la estabilidad de los precios.
Identificó como un parteaguas de este interés de los bancos centrales por evitar una inestabilidad financiera, el 2008.
La dilución de la tasa de interés fue tan fuerte, de 1990 al 2010, que favoreció el dominio de las finanzas, una reducción del crecimiento y fuerte inseguridad laboral.
Aparte, Omar Velasco Herrera, experto en política monetaria, también catedrático de la UNAM, destacó que el nacimiento de Banco de México es relevante para entender la historia económica de México contemporáneo.
En su presentación, explicó que el banco central nació de una propuesta, en 1921, con una serie de fórmulas para crear un banco único cuyas funciones tenían que ser: regularizar la función monetaria, controlar las tasas de interés, tener injerencia en cambios internacionales, ser depositario de fondos del gobierno y también su fiduciario.
Refirió al diputado Fernando Lizardi, al explicar que él dijo que si las autoridades, banqueros y petroleros querían tomar el control del negocio del dinero, creando este banco, tenían que contar primero, con dinero.
Los proyectos para crearlo, entre 1920 y 1925, incluyeron argumentos sobre cuánto control debe tener el gobierno y cuánto la iniciativa privada.
El Banco de México cumplirá 100 años de operación en el 2025 y la UNAM está preparándose para celebrarlo.Con información de Yolanda Morales | EL ECONOMISTA