La Hoguera
Emmanuel Ameth
Durante la celebración de la Segunda Semana del Periodismo en Hidalgo, se hizo un esfuerzo plausible e importante por reunir personajes que pudieran compartir sus experiencias con los asistentes, pero también fue aprovechado por actores políticos para exacerbar su cinismo, pues acostumbrados a censurar, a chayotear para tergiversar la realidad y a perseguir cuando se tiene una visión crítica de Gobierno, hablaron de ’libertad de expresión’ e incluso así lo compartieron en sus redes.
El primero de ellos fue el gobernador de Hidalgo Omar Fayad Meneses, quien dijo ’A mí me parece vil intentar callar las voces de todos Ustedes (los periodistas) por hacer señalamientos a la autoridad’.
Si bien la expresión fue adecuada para el foro, habrá que recordar el trato que el mandatario le da a la prensa en la entidad.
Porque el gobierno de Fayad, esté enterado o no, a través de su vocero busca acallar voces críticas cerrando espacios en los medios de quienes les parecen incómodos simplemente porque la información que se afirma, aún siendo veraz, objetiva y contundente, trata de ser minimizada e incluso se recurre a medios y hasta a páginas falsas para tratar de desprestigiar al comunicador en un intento desesperado por censurar la verdad.
Ya no digamos sobre las represalias a las que se puede hacer un periodista como sucedió en el caso de Elsa Ángeles, quien fuera sometida a un proceso judicial con un uso faccioso de las instituciones por documentar una violación a los Derechos Humanos que no era del gusto del Sistema; o aquellos ataques a la libertad de expresión que se dieron en una manifestación de legisladores locales o incluso al tratar de reventar un evento proselitista del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Quien no se quedó atrás fue la presidenta del Instituto Estatal Electoral (IEEH) Guillermina Vázquez Benítez, quien afirmó en su publicación en Redes Sociales que “Más allá de una profesión, el verdadero periodismo es un estilo de vida que debe reconocerse y engrandecerse, hoy con mucho gusto acompaño al gremio periodístico”.
La funcionaria también ha sido señalada de acallar a los periodistas mediante el chayote con los dueños de los medios, pues cuando se ventiló el tema de los autos y camionetas de lujo con los que se hicieron los consejeros de dicho organismo, comenzó a repartir presupuesto de comunicación social para que el tema quedara en el olvido.
Tampoco se olvida el episodio donde a una compañera del gremio, mediante las palabras “a ver quién puede más”, la retó a ver si podía seguir haciendo su trabajo mientras ella presionaba para su cambio/salida.
Estas son algunas de muchas voces del cinismo en Hidalgo, un claro ejemplo de cuando la realidad y el discurso son opuestos y donde el oportunismo se deja ver en cada espacio apostando a la desmemoria para que sus incoherencias pasen desapercibidas.
