La tormenta invernal ha afectado al sur de Estados Unidos, dejó durante 4 días a más de 600 mil hogares y negocios sin electricidad en Texas, el primer productor de petróleo y gas del país, mismo que también afectó al norte de México y otros estados; Ahora restableciendo de apoco la luz en Texas se enfrentan a la falta de agua, mientras México se recuperó ocupar la energía hidroeléctrica y del almacén de combustóleo.
Con casi 29 millones de habitantes, Texas experimentó las peores dificultades para satisfacer la demanda en electricidad. Casi 185,000 viviendas y negocios todavía estaban a oscuras el viernes por la mañana según la página web poweroutage.us, comparado con unos 3 millones dos días atrás. Las autoridades dijeron que aún podría haber apagones selectivos limitados.
Asimismo, varias centrales eléctricas que funcionan con gas natural, energía eólica o nuclear y que abastecen a ciudades como Austin o Houston sufrieron una interrupción en su funcionamiento por las tormentas de nieve; incluso destruyeron parte de la infraestructura con la que envían gas a México.
Para mantener la continuidad del servicio de energía eléctrica han tenido que dejar de suministrar a México y realizaron un operativo para priorizar el servicio a hospitales.
En Estados Unidos, que hasta el viernes registró hasta 18 grados bajo cero, 3.5 millones de personas siguen sin luz en 5 estados debido a que las condiciones climáticas no les ha permitido a Texas reestablecerse.
Por si fuera poco, el clima trastornó los sistemas de agua potable. Las autoridades ordenaron a 7 millones de personas, un cuarto de la población del segundo estado más grande, que hiervan el agua corriente antes de beberla en vista de los daños causados a la infraestructura y las cañerías.
Mientras que en México ya restableció el servicio casi al 100% a partir de que la Comisión Federal de Energía ocupar la energía hidroeléctrica y del almacén de combustóleo, diésel y otros combustibles para que así las plantas sigan generando energía ante la falta de gas del país vecino.
El presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó su compromiso de no aumentar el precio de la energía eléctrica, pese a lo acontecido.
México depende en gran medida del suministro de gas de Estados Unidos, debido al desmantelamiento de la industria petrolera de las últimas décadas.