Por no haber contado en su momento con licencias de construcción o de funcionamiento, obtener permisos de explotación de agua en un manto acuífero con dos vedas federales, por visitas de inspección presuntamente amañadas, entre otros asuntos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolverá como última instancia si la planta cervecera de Grupo Modelo en Apan puede seguir operando.
Un grupo de ejidatarios ha ingresado amparos desde 2018 con la intención de frenar el proyecto por diversas irregularidades, mismas que han sido rechazadas en dos instancias; sin embargo, ahora tocará a los magistrados de la SCJN resolver a favor del derecho humano que representa el agua para los habitantes del municipio de Apan y de al menos otros 4 circunvecinos que se ven beneficiados del vital líquido.
Los denunciantes no han encontrado justicia hasta ahora derivado de la acción de un juez federal de Pachuca.
A decir de estos, lo que solicitan a las autoridades es que Grupo Modelo invierta en mecanismos que permitan mitigar la sobreexplotación del agua, así como el aprovechamiento y transporte del bagazo, residuo que es ocupado por el ganado de la región. También quieren que los cebaderos puedan comercializar directamente su producto a la planta sin la intromisión de ’coyotes’, entre los que destaca una agrupación cercana a Luis Jaime Osorio Chong.
Entre las irregularidades que documentan los amparos se encuentra el haber otorgado un permiso de explotación de agua de uso industrial fuera de la Ley, un MIA que no contempló la veda del manto acuífero 1320 Apan, el otorgamiento de una licencia ’temporal’ por parte del ayuntamiento -cuya figura es inexistente-, así como de permisos de construcción que fueron tramitados tiempo después de iniciar la obra. También señalan la existencia de visitas de inspección presuntamente amañadas entre otras irregularidades que este medio dará a conocer a detalle próximamente.
Grupo Modelo invirtió 14 mil millones de pesos para la construcción de la planta y ha generado medio millar de empleos, una quinta parte de los prometidos, aunque estos no fueron destinados para los habitantes de la región como se había manifestado.
Su producción en una primera etapa es de 12 millones de hectolitros de cerveza al año, mismos que teniendo en cuenta que el 60% de los insumos provienen de la región, dejarán una huella hídrica anual de 216 millones de metros cúbicos de agua, 7 veces más de lo que los mantos acuíferos se recargan naturalmente.
Hasta este momento, son ocupados poco más de 6 millones de metros cúbicos de agua por parte de la cervecera, teniendo un cobro por derechos de alrededor de 1 peso por cada uno de ellos, lo que equivale a 80 veces menos de lo que dice el decreto de tarifas de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Apan.