El rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) rompió la mesa de diálogo con los estudiantes después de negarse a ofrecer una disculpa por las agresiones ocurridas en la institución. A pesar de ser señalado como autor intelectual de las agresiones, el rector mostró una actitud inflexible y rehusó asumir responsabilidad por los hechos.
A pesar de ser el responsable máximo de la Universidad, el rector mostró una actitud poco conciliadora y no mostró disposición para resolver las demandas planteadas por los estudiantes.
El pasado 19 de septiembre, se produjo un incidente en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde grupos porriles agredieron a estudiantes del Instituto de Artes (IDA) durante una manifestación en el edificio central de la universidad. Como resultado de este incidente, los estudiantes iniciaron un paro y solicitaron una reunión de negociación con el rector de la universidad, Octavio Castillo Acosta.
El día de la reunión, que tuvo lugar en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), los estudiantes llegaron para participar en la mesa de diálogo. Sin embargo, a medida que pasaban las horas, la negociación fracasó debido a la actitud de la autoridad universitaria hacia las demandas, especialmente la negativa a realizar una disculpa pública por los hechos ocurridos el 19 de septiembre.
Antes de iniciar la mesa de negociación, se llevó a cabo un registro para los alumnos asistentes y se recomendó a los representantes de medios de comunicación no tomar fotos de los estudiantes hasta que la reunión comenzara, especialmente evitando mostrar sus rostros.
Después de esperar un tiempo, finalmente las autoridades escolares ingresaron al módulo uno, donde se llevó a cabo la mesa de negociación con los estudiantes del Instituto de Artes (IDA). Durante la espera, los estudiantes mostraron su organización y manifestaron sus demandas a través de letreros que promovían la separación de la basura, acuerdos sobre el acceso a los víveres y la priorización del uso de energía eléctrica para actividades específicas. Estos gestos reflejaban el apoyo y compromiso tanto de la comunidad estudiantil como de la sociedad civil.
Alrededor de las 12:30 horas, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), acompañado de otras autoridades universitarias, ingresaron al instituto que alberga la enseñanza de las ciencias sociales y humanidades. Uno de los aspectos que los estudiantes exigieron desde el principio de la negociación fue que se cambiara el nombre del auditorio, el cual llevaba el nombre de Jesús Murillo Karam.
para entrar. Finalmente, los representantes de los medios de comunicación fueron invitados a unirse al evento, donde se llevaría a cabo el diálogo, los reclamos, los intentos de negociación y algunos recesos solicitados tanto por las autoridades como por los estudiantes.
La primera discusión surgió cuando la defensora universitaria, Elsa Ángeles, acusó a uno de los estudiantes presentes en la mesa de "agresor". El estudiante se defendió argumentando que no se puede llamar agresor a alguien que ha sido víctima, recordándole a la defensora la importancia de comprender los conceptos desde la perspectiva de los derechos humanos y evitar revictimizar a los estudiantes que durante semanas fueron ignorados por las autoridades universitarias, especialmente por Octavio Castillo Acosta. Este intercambio resaltó la tensión y las diferencias presentes en la negociación.
Tras este punto, las autoridades tuvieron unos minutos para revirar la petición de Ángeles Vera, y con esto la defensora se deslindó del compromiso que había hecho, ya que aseguró que el acuerdo había sido que ningún agresor de ambos bandos estuviera en la mesa, y aprovechó para intentar hacerse para atrás en el compromiso de destituir al presidente del Consejo Universitario, Esteban Rodríguez Dávila.
Después de discutir el punto planteado por Elsa Ángeles Vera, las autoridades tomaron unos minutos para reconsiderar su postura. En ese momento, la defensora universitaria se deslindó del compromiso que había hecho previamente, argumentando que el acuerdo era que ningún agresor de ambos bandos estuviera presente en la mesa. Además, aprovechó la oportunidad para intentar retractarse del compromiso de destituir al presidente del Consejo Universitario, Esteban Rodríguez Dávila.
A medida que se abordaban los siguientes puntos del pliego petitorio, el rector se negó a ofrecer una disculpa pública por las agresiones ocurridas el 19 de septiembre. Además, trató de minimizar y dividir a los estudiantes al argumentar que no todos los que participaban en el paro estudiantil estaban de acuerdo con continuar. Ante la falta de coherencia por parte de las autoridades, los estudiantes decidieron levantarse de la mesa, dejando claro que están dispuestos a continuar con las negociaciones siempre y cuando haya una voluntad real por parte de la universidad.
Los estudiantes también criticaron que la UAEH haya emitido comunicados de manera unilateral, como si tuvieran la certeza de que una simple reunión resolvería por completo el pliego petitorio, sin mostrar la verdadera voluntad de abordar y resolver las demandas planteadas. Se sintieron ignorados y no escuchados durante la mesa de negociación.Con información de Oscar Raúl Pérez Cabrera | PLAZA JUÁREZ
