La Hoguera

Pablo Vargas, el suspirante a diputado que volvió a chapulinear

Pablo Vargas, el suspirante a diputado que volvió a chapulinear


Política
Enero 07, 2021 02:40 hrs.
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Emmanuel Ameth › Emmanuel Ameth Noticias

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No se sabe si a Pablo Vargas González, excandidato a la presidencia municipal de Pachuca por parte de Morena, mismo que se convirtió en regidor al haber sido quien mayor número de votos obtuvo entre los aspirantes perdedores, la silla le quedó chica o le quedó grande, pero lo que es seguro es que abandonó su responsabilidad como asambleísta municipal.

Porque sí pudo haberle quedado grande la representación en el ayuntamiento, toda vez que en un principio manifestó que defendería la voluntad de aquellos que creyeron en él, pero a menos de un mes de haber rendido protesta, se quejó de que sus propuestas eran aplanadas por el partido dominante -y sus secuaces-. Vargas olvida que las propuestas deben transitar por la operación política y la construcción de acuerdos; incluso si hubiera ganado la alcaldía, no podía esperar que los regidores de todos los partidos -o al menos la mayoría- le autorizaran lo que enviara. Olvida también que el propio presidente de la República reconoce la necesidad de construir con otras fuerzas.

También parece que la silla bien le pudo quedar chica, al menos en cuanto a sus aspiraciones. Como regidor, si bien podía influir de forma activa en la capital hidalguense para mejorar las condiciones de vida, especialmente para aquellos que creyeron en él, probablemente el servir al ayuntamiento no era otra cosa que un instrumento, tal vez se trataba del mero trampolín para ser considerado al menos en la terna de la sucesión gubernamental con Morena en 2022: él mismo, traicionado por su subconsciente y de la misma forma en su percepción de la realidad, compartió una imagen donde posó con Israel Félix, al que le refería que ganaría la contienda.

Así nos ve la gente con Esperanza

Publicado por Pablo Vargas Gonzalez en Lunes, 14 de diciembre de 2020


Pero independientemente de si la silla de regidor le quedó grande en cuanto a su capacidad, o chica en cuanto a sus aspiraciones, habiendo incluso ya una dirigencia estatal en Morena, lo que le resta es aspirar a una diputación local o federal, lo cual no solo da mayor presencia que una regiduría, sino también un mejor sueldo: como asambleísta municipal, su percepción mensual es de alrededor de 27 mil pesos, en tanto que como diputado local asciende a 48 mil y se eleva a 111 mil como diputado federal.

El chapulineo

A diferencia de su reconocida trayectoria como académico, en su corta carrera como aspirante a político más bien se ha dedicado al chapulineo y a querer foguearse para crecer en la administración pública sin antes siquiera haber presentado resultados que lo respalden.

Recuérdese que quiso integrar el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción de Hidalgo y también el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Hidalgo (ITAIH); en ambos casos, fracasó.

La oportunidad finalmente llegó cuando el Congreso le autorizó ser uno de los dos consejeros honoríficos de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo. Pero el cargo lo dejó 7 meses después de haber sido designado, sin informes sobre sus resultados ni legado alguno que ayudase a los familiares de las víctimas: la razón, que renunció para ser alcalde a la capital hidalguense.

Ahora, a menos de un mes de haber rendido protesta como regidor, aspira a una diputación local o federal… o lo que caiga, pero donde pueda aspirar a brincar a otro cargo independientemente de su responsabilidad. Apenas unas horas antes de compartir su carta sobre su licencia al cargo, incluso compartió con un comunicador que estaría atento a la respuesta por parte de comerciantes que se manifestaron en la alcaldía de Pachuca, cosa que no hará al abandonar su cargo, pero que políticamente era correcto afirmar.



Difícilmente Morena Hidalgo repetirá su error

Aunque Pablo se moleste y saque a relucir sus limitaciones y frustraciones con lo que este medio publica, no se puede tapar el sol con un dedo.



Porque Pablo Vargas debió su candidatura a su cercanía con el Secretario de Hacienda Arturo Herrera y muchas de las decisiones que toma Morena, desafortunadamente pasan por la mesa del secretario de Gobierno en Hidalgo Simón Vargas, quien gustoso aceptó y operó para que los guindas en Hidalgo impulsases al único candidato que en careos, perdía contra el abanderado tricolor.

Se violó la convocatoria -con la venia del ejecutivo nacional del partido, a recomendación de Herrera- para que aquel aspirante que nunca figuró en los sondeos, terminara siendo impuesto. No existe encuesta alguna, ni pública ni interna, en la que el nombre de Vargas figurara en el ánimo ciudadano, nadie lo pedía ni lo conocía -y en los eventos, tampoco le acompañaban-, pero terminó quedándose la candidatura que eventualmente perdería. Posteriormente, él mismo reconoció que nunca existió la encuesta que supuestamente determinaría al ganador.

Y es que para los morenistas, es una preocupación legítima que Vargas encabece cualquier planilla luego delo vivido en Pachuca. A inicios de 2020, antes de que se conociera el candidato por la alcaldía capitalina, Morena llevaba 26 puntos de ventaja a su más cercano rival (Mitofsky) en términos efectivos; 10 días antes de la contienda, ya perdía por 5 puntos (encuesta interna Morena) y no supo -o no quiso- revertir, lo que le dejó 3 puntos por debajo al terminar la contienda (IEEH).

Pablo ya ostenta el récord histórico de haber sido el candidato que más puntos de ventaja dilapidó en una contienda electoral y ahora es el regidor que más rápido pidió licencia gracias a que el amo del chapulineo, Ricardo Baptista -quien también perdió la justa por una alcaldía-, recibió negativa por parte de Cabildo para ausentarse de sus funciones.




Atizos

La diputada federal por el distrito de Mixquiahuala Simey Olvera repartió juguetes entre los infantes de la región que representa pese a las restricciones sanitarias que imperan en la entidad y con todo que un día antes, el mismo Gobierno del Estado reprendió al alcalde de Pachuca Sergio Baños por la misma situación.

Simey se justificó diciendo que lo hacía de corazón e invitó a más gente a sumarse. Sin embargo, de haberlo hecho “con el corazón” y sin que mediara interés político alguno -según ella misma expresó-, amén de la pandemia que se vive a nivel mundial ¿no el subir fotos a sus distintas redes contradice el propósito que dijo buscar?



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