Álvaro Delgado Gómez | SIN EMBARGO
La promesa de la oposición liderada por el multimillonario Claudio X. González de ofrecer un método innovador, democrático y legal para definir su candidato presidencial ha resultado ser un gran decepción. A pesar de haber anunciado planes para contrastar con la encuesta de Morena y sus aliados, lo que se ha visto en las últimas semanas son maniobras deshonestas, engañifas y trampas detrás de discursos grandilocuentes por parte de loses del y falsos representantes de la sociedad civil.
Tanto criticaron a Morena por adelantar su proceso interno y violar los tiempos legales que terminaron haciendo lo mismo para tener, inclusive tres días antes que ese partido, a su ’Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México’, una copia del ’coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación’.
Sí: Los resultados de la encuesta de Morena se darán a conocer el miércoles 6 de septiembre y la oposición hará públicos los resultados de su encuesta y de su ’consulta ciudadana’ el 3.
Los opositores engañaron hasta en la convocatoria para anunciar el Frente Amplio por México, el nuevo rostro del PRIAN: Afirmaron que presentarían a detalle el método para definir a su candidato presidencial, pero sólo esbozaron generalidades y hasta escondieron a los integrantes del Comité Organizador y del Observatorio Ciudadano que organizarán y vigilarán lo que llaman la elección ’primaria’.
¿Quiénes son los siete integrantes del Comité Organizador que armará la estructura del ’mini INE’ en las 32 entidades y en los 300 distritos electorales en que se divide el territorio nacional? El único que públicamente ha declarado al respecto es
Leonardo Valdés Zurita, presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) en la elección de 2012, cuando él y todos los consejeros, salvo Alfredo Figueroa, no vieron ninguna de las maniobras fraudulentas de Enrique Peña Nieto.
¿Por qué no han sido transparentes los partidos y los ciudadanos apartidistas en exponer públicamente, como lo hizo el académico Sergio Aguayo, los términos por los que aceptan participar o no participar en la organización del proceso para elegir al futuro candidato presidencial de la oposición de la derecha?
Más aún: ¿Con qué recursos económicos se armará toda esta estructura y los dispositivos para el acopio de firmas que deben reunir los simpatizantes de cada uno de los aspirantes que se inscriban a partir del lunes 4 de julio? Ni una sola palabra.
Ni siquiera queda claro cuántas firmas deben reunir cada uno de los aspirantes, porque en el documento formal que la coalición Va por México entregó a los medios se establece que ’hasta 200 mil firmas’. Se entiende que es el máximo, pero no precisa cuál es el mínimo.
¿Cómo se evitará que, como ha ocurrido en la biografía del PRI, del PAN y del PRD, haya maniobras de defraudación de la voluntad popular, como en elecciones internas y constitucionales? ¿Cómo evitarán que se trafique con los padrones partidarios, a favor o en contra de algunos de los aspirantes?
¿Y cómo neutralizar la compra de votos antes y el día de la jornada electoral? Con tantas trampas y tramposos, hasta uno del PRI le puede ganar a Santiago Creel, el verdadero favorito de la oligarquía.
Nada de eso se dice y en los tres partidos proliferan mapaches electorales y los exconsejeros que han solapado las trampas.
Además de Valdéz Zurita, solaparon fraudes Arturo Sánchez Gutiérrez, Teresa González Luna Corvera y Rodrigo Morales Manzanares, directamente vinculados con Felipe Calderón, hasta el borracheras, como el último. A ellos se unirá Rosa María Mirón y de último momento andan buscado otros dos ante la renuncia de cinco que no quisieron avalar el control de los partidos en la elección interna, uno de los cuales bien podría ser Luis Carlos Ugalde.
Los que renunciaron a formar parte del órgano que organizará la ’primaria’ del PRIAN son, además de Aguayo, Mariclaire Acosta, María del Carmen Alanís, María Elena Morera y Guillermo Sheridan, allegado a Enrique Krauze.
Cómo estará la simulación que hasta este elenco de antilopezobradoristas prefiere desmarcarse.
Y es que hasta la sociedad civil del PRIAN es falsa, empezando por el jefe Claudio X. González, quien es el representante de la élite económica que, como su padre, defiende los intereses de la élite económica y ha sometido a las dirigencias partidarias, en su propia mansión de las Lomas de Chapultepec, para que se unan contra el proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero también usurpan la representación y hasta el nombre de la soledad civil militantes formales del PAN, como Ana Lucía Medina, una exdiputada local de ese partido en Michoacán; los que forman el Unidos por México son todos exgobernadores panistas, y los del Frente Cívico Nacional, residuos del PRD, todos buscando candidaturas.
Detrás de los discursos de Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, así como de las falsas representantes de la sociedad civil, lo que hay es puro engaño, pura trampa, puro fraude.Álvaro Delgado Gómez | SIN EMBARGO