La peor pandemia en un siglo, la peor inflación en décadas y un desabasto generalizado de alimentos y energéticos han llevado a los principales del mundo a pensar e una eventual recesión económica mundial, lo que prende los focos rojos especialmente en países en vías de desarrollo; sin embargo, nunca como ahora México había contado con tantas reservas para hacer frente al desafío.
Y es que si bien México contabiliza la peor inflación que se haya tenido en dos décadas, parece poco contra el peor indicador en 4 décadas de los Estados Unidos o el peor en más de 30 años de la OCDE.
A diferencia de 2008, cuando las reservas internacionales no llegaban a los 100 mil MDD o de la propia crisis que se veía viendo desde 2017 en USA por la desaceleración del PIB en la industria de USA, la nación azteca afrontaría una eventual recesión con máximos históricos.
No son sólo los más de 198 mil MDD que actualmente reporta Banxico sino que los 50 indicadores semanales más altos se han dado, han sido bajo la tutela de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Es cierto que no forman parte del presupuesto anual para ante una eventual necesidad, el banco central puede hacer uso de los mismos para mitigar los efectos económicos de una recesión.
Aunado a lo anterior, la política energética actual del gobierno mexicano ha permitido la menor inflación energética de la OCDE.
