Ni acuerdos, ni mesas de diálogo, ni la intervención del gobernador como mediador ni los 78 días de paro fueron suficientes para que el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) cumpliera su palabra y llegara a un acuerdo con los jóvenes inconformes del Instituto de Artes (IdA), pues mediante un comunicado oficial lleno de imprecisiones, ya señalaron que regresarán a clases y que estas se darán en el edificio central de Abasolo, lugar donde fueron agredidos estudiantes el pasado 19 de septiembre por órdenes jerárquicas de Octavio Castillo Acosta.
En más de una ocasión y frente a las cámaras, el rector de la institución se comprometió a destrabar el problema por la vía del diálogo, pese a haber recibido la oportunidad por parte del estudiantado inconforme, de no presentar su renuncia derivado de que las agresiones surgidas en el edificio de Abasolo que fueron grabadas por medios de comunicación evidenciaron que hubo una acción orquestada, organizada y premeditada por el primer universitario, quien en ruedas de prensa aceptó que fueron sus huestes las que retuvieron el control de Abasolo y que posteriormente tomaron el Instituto de Artes, ocupando para ello a docentes, administrativos y estudiantes del Consejo Universitario, lo que tiene órdenes de aprehensión ara al menos 5 de los implicados y un igual número de carpetas pendientes.
Aunado a ello, catalogado como un acto de ’bajeza’, el rector de la institución, temiendo por su propio estatus y el de la Sosa Nostra que lo arropa, emitió previamente un comunicado en el que quiso chantajear a la autoridad (PGJEH) en el sentido de que o dejaba que ellos resolvieran el conflicto de manera interna -dejando impunes a los agresores- o bien conminando a la autoridad a que actuara en contra de los estudiantes disidentes, quienes falsamente fueron denunciados por secuestro en grado de tentativa -sin prueba alguna-, lo que pondría a los estudiantes como carne de cañón para salvar sus propias cabezas.
Las imprecisiones del comunicado
Gran parte de la molestia de los estudiantes inconformes surgió a partir de que el rector rompió su promesa de resolver el conflicto del instituto por la vía del diálogo, pues nunca se prestó a el mismo poniendo diversas excusas y ahora vuelve a ignorar a los paristas. Sin embargo, en redes sociales han comentado en sus recompartidos -no es permitido que comenten la misma publicación para no seguir haciendo quedar mal a la institución-otros temas que también les preocupan.
Uno de ellos es que el edificio de Abasolo no cuenta con las instalaciones adecuadas para continuar con las clases al tratarse de un Instituto de Artes por lo que su “solución” planteada, en realidad no resuelve nada.
También, que supuestamente recibieron un escrito para continuar con las clases por parte de diversos estudiantes, quienes supuestamente son la mayoría. Pero el documento no existe y se trataría de otra mentira por parte de la institución.
Como no hubo un acuerdo previo con las partes agravadas ni con el resto de la comunidad estudiantil, el retorno a clases se dio por la noche y prácticamente sin previo aviso, cuando por la magnitud del problema, en caso de efectivamente haber llegado a un acuerdo con algunos de ellos, debió ser planeado y no hecho de forma exprés.
Decir que tan fue improvisado el comunicado, ajeno al conocimiento de la comunidad estudiantil, que no viene firmado por nadie ni tiene los párrafos correctamente separados.