La Auditoría de Cumplimiento Financiero, número de auditoría 177-DS, dio a conocer irregularidades en el Hospital Infantil de México Federico Gómez por un valor de 41,5 millones de pesos por pagos de horas extras a trabajadores, fármacos no entregados y pagos de laudos para finalizar conflictos laborales.
En 2019 pese a que el Hospital Infantil de México Federico Gómez registró compras por 6,7 millones de pesos en medicamentos como Temozolomida, Dexrazoxano, L-Asparaginasa y Metotrexato —cuatro medicamentos usados para tratamientos oncológicos—, sin embargo no entregó el fármaco niños que padecían cáncer argumentando que no recibieron los cuatro tipos de fármacos, ante lo cual centenares de padres de los afectados bloquearon la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de México como protesta.
La Auditoría Superior Federal confirmó lo anterior, detallando que los medicamentos debieron haber sido entregados a los pacientes que padecen leucemia, linfoma o mielomas.
La Auditoría Superior Federal señala que hay 26,9 millones de pesos irregulares en pagos de turnos extras a 1.250 empleados, 3,3 millones de pesos en horas extras pagadas en exceso y 4,6 millones de pesos (227.500 dólares) en pagos de laudos laborales para solventar conflictos con los trabajadores.
Las observaciones apuntadas en el informe dan un plazo de hasta 120 días para presentar aclaraciones que justifiquen los presuntos montos irregulares, que pueden deberse a fallos administrativos. Al concluir los plazos sin haber recibido la documentación, la Auditoría Superior Federal puede iniciar un proceso de indemnizaciones y multas por daños o perjuicios.
A lo largo del 2019 y 2020, padres de niños con cáncer denunciaron el desabastecimiento. Sus manifestaciones tomaron las calles en repetidas ocasiones durante 2020 con pancartas que rezaban ’el cáncer no espera’ y ’exigimos al Gobierno federal el abasto de Metotrexato’.
La falta de medicinas se agravó con la guerra abierta que la Administración de Andrés Manuel López Obrador mantiene con la industria farmacéutica nacional, a la que acusa de monopolizar el sector, de corrupción y de distribuir fármacos a sobreprecio y de mala calidad.
En mayo de 2019, a partir de una investigación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cerró la planta de producción de Pisa, una de las mayores farmacéuticas mexicanas que se unió .
Para solucionar el desabasto, el Gobierno recurrió a compras directas en otros países, pero los problemas de suministro continuaron. En septiembre pasado, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien aseguró que tras varios retos en la cadena de suministro, consiguieron garantizar el abastecimiento tras un año de protestas.
’El Instituto de Salud para el Bienestar ha estado haciendo esfuerzos denodados por encontrar proveedores y se ha logrado más o menos suplir, pero con importantes retos para lograr la continuidad de suplir estos medicamentos’, declaró en rueda de prensa. Sin embargo, las dosis conseguidas alcanzaban para pocas semanas de tratamiento y los padres de niños con cáncer volvieron a reclamar acciones.
A principios de 2020, ante nuevas manifestaciones en el aeropuerto y el Palacio Nacional, el presidente aseguró que había disponibilidad de medicamentos y culpó al director del Hospital Infantil Federico Gómez, el doctor Jaime Nieto Zermeño, por no informar al respecto y quedarse los medicamentos.
’A las familias no se les comunicó que el Gobierno había solucionado el problema desde agosto de 2019’, dijo el subsecretario de Salud. El equipo médico de Zermeño publicó en redes sociales un video para respaldar a su director, y el hospital explicó en un comunicado que la filial de Pisa se había retrasado con algunas entregas.
Este martes 16 de febrero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, garantizó el abasto de medicamentos para niños con cáncer.
Añadió que anteriormente no se podían importar los medicamentos y se tenían que comprar en México porque había empresas que tenían el monopolio. Explicó que su gobierno abrió la compra en el extranjero, en Estados Unidos, en la India, pero ha costado muchísimo el abasto de medicamentos, no en lo económico, sino por el bloqueo y la intromisión de estos monopolios.
’Bueno, en el caso de los medicamentos nos ha costado muchísimo porque son mafias las que existían, entonces estamos comprando los medicamentos afuera y están queriendo meterse para seguir ellos acaparando las compras, aún con la participación de la ONU’, agregó.EL PAÍS
