No importa que paguen decenas o cientos de miles de pesos para ser tratados. Tampoco importa las condiciones en las que hayan llegado para luego ser internados. Todos los pacientes atendidos en el Hospital Intermédica de Pachuca, han encontrado la muerte luego de ser ’atendidos’, condición atípica que sólo comparten 2 nosocomios del país.
Ubicado en la capital hidalguense y siendo conocido si no por ser el mejor, sí por ser el más costoso de la entidad, el Hospital Intermédica es uno de las decenas de negocios que están nombre de José Gerardo Murillo Karam, hermano del exprocurador de la República.
El Hospital comparte instalaciones con la escuela Intermédica, misma donde se ofrece la licenciatura en Medicina y que este medio evidenció irregularidades respecto a la incorporación y permanencia con la Universidad nacional Autónoma de México (UNAM).
En ese negocio, una de las decenas que tiene la familia Murillo asentados en la entidad y cuya bonanza llegó durante y después del periodo en el que Jesús Murillo fue gobernador de Hidalgo, hoy se le conoce como ’El Hospital de la Muerte’, al menos cuando se trata del tratamiento a los pacientes por COVID.
Posible Negligencia
Al 30 de junio, CRITERIO informó en una nota periodística que según la consulta realizada a un especialista, solamente el Hospital Marfyl así como la Beneficencia Española contaban con el equipo adecuado para tratar de manera profesional el padecimiento sin la necesidad de dar “pases” para que se recibiera la atención en otro sanatorio.
Sin embargo, el costo por atender a los pacientes de COVID si bien se promedia en 25 mil pesos diarios en sanatorios particulares, existen quienes cobran 40 mil pesos Para el caso de Intermédica, se le conoce como el Hospital que suele tener las cuotas más altas, por lo que la cifra incluso superaría la señalada.
Habría sido así que, pese a no ser reconocido en instalaciones ni equipo -por lo menos por el especialista citado por CRITERIO-, Intermédica habría “apresurado” obtener aquello que le hiciera falta para así no quedarse fuera del “negocio” del momento para el sector salud. El resultado sin embargo, es que tal vez ese sentido de urgencia pudo afectar el tipo de atención que se brinda y ser la causa de que el 100% de los pacientes que se atendieron por COVID, fallecieran.
Lo que dice la información oficial
“Los datos en poder de MILENIO revelan que clínicas como Intermédica y Marfyl, en Hidalgo, tienen 100 por ciento de mortalidad. Al respecto, José Luis Alomía, director general de Epidemiología, aseguró que la vigilancia sobre la operación y atención de calidad de los servicios privados corresponden a los 32 estados”, informó el rotativo según información oficial obtenida mediante solicitud de transparencia.
Hasta el 9 de septiembre pasado, la Secretaría de Salud registraba que 24 mil 366 pacientes positivos a SARS-Cov-2 fueron atendidos en instituciones médicas privadas. Si bien, solo cinco por ciento de ese total (es decir, mil 177 personas) perdió la vida, hay hospitales que registran tasas de mortalidad hasta de 100 por ciento. Dicho porcentaje es muy superior al de los hospitales públicos con mayor tasa de mortalidad.
El 2 de noviembre anterior, MILENIO reportó que tres clínicas del IMSS y una de la Ssa concentran el mayor número de decesos por Covid en todo el país. Sin embargo, ninguno de ellos supera 40 por ciento de casos letales.
El Hospital Intermédica y el Hospital Marfil, ubicados en Pachuca, son los únicos casos en los que todas las personas que ingresaron para su atención por Covid-19 fallecieron. En la lista de hospitales privados con alta tasa de mortalidad también se encuentra el Hospital Betania, de Puebla, con 95 por ciento.Con información de MILENIO
