Tras 40 años de militancia en el PRI, el exgobernador Omar Fayad Meneses decidió renunciar al tricolor, toda vez que en una carta dirigida al Comité Directivo Estatal manifestó que no encuentra las condiciones democráticas para que sus correligionarios participen y se vean representados. Fayad era uno de los últimos perfiles de peso que le quedaban al priismo estatal luego de que Murillo fuera encarcelado y que tanto Osorio Chong como los Rojo estuvieran muertos políticamente y peleados también con la dirigencia nacional.
Con lo anterior, se especula que 𝐎𝐦𝐚𝐫 𝐅𝐚𝐲𝐚𝐝 haga sus maletas para irse en representación diplomática a Israel, versión confirmada ya por el gobernador Julio Menchaca Salazar, única opción que le queda además al exmandatario para quedar fuera de la ola de aprehensiones que se han hecho contra los exfuncionarios de su administración y de los que cada vez escala más su jerarquía.
En el caso del exgobernador 𝐉𝐞𝐬𝐮́𝐬 𝐌𝐮𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐊𝐚𝐫𝐚𝐦, al encontrarse encerrado y con problemas de salud es nulo lo que puede aportar, sin mencionar que ’la escuela’ que deja está llena de impresentables que en cualquier momento podrían recibir una ola de aprehensión.
También Osorio Chong es un muerto viviente en la política, pues pese a ser senador plurinominal en la actualidad, ya a lo único que aspira es a no pisar la cárcel como su mentor. La gente que le rodea es de poca valía, uno a uno han venido acabando con los negocios que tenían y no se aprecia posición alguna a la que pueda llegar a través del voto, pudiendo ver en Francisco un espejo de lo que serán sus años venideros en la política.
Los Rojo, grupo político que si bien lleva décadas viniendo a menos, también han dejado en la orfandad al PRI en Hidalgo, preocupados más por sus asuntos con la Unidad de Inteligencia Financiera que investiga sus nexos con el huachicol.
Es así que la única que queda es Carolina Viggiano, sólo que la ahora secretaria general del PRI ha demostrado que lejos de construir acuerdos, se ha comido el pastel ella sola y esto ha provocado que sea parte de la histórica dirigencia que sepulta al PRI, pues ha sido el CEN el más perdedor que haya existido, perdiendo prácticamente todas las elecciones gubernamentales del país salvo los casos de Durango y de Coahuila.