Ante el fallecimiento de Alberto Baillères González el pasado jueves, diversos medios de comunicación recordaron su trayectoria como empresario, lo que dejaron a un lado fue su relación con los gobiernos del PRI y PAN que le otorgaron todo tipo de concesiones, incluidas las minas y el petróleo.
Propietario de la tienda departamental El Palacio de Hierro, de la aseguradora GNP y de la minera Grupo Peñoles, Baillères González tuvo una enorme influencia en México a través del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), del cual fue fundador, que se convirtió en semillero de los gobiernos del periodo neoliberal y que nació ’con el propósito de hacer de la educación superior el motor del cambio industrial y económico de México’.
Por las aulas de esta institución ha desfilado toda una camada de políticos neoliberales, algunos de ellos señalados por corrupción y desvío de recursos. Por ejemplo: los exsecretarios de Hacienda Pedro Aspe Armella y Francisco Gil Díaz, el Ministro en retiro José Ramón Cossío Díaz; los exdirectores de Pemex, Emilio Lozoya Austin y Enrique Ochoa Reza; el exsecretario Luis Videgaray Caso, el excandidato presidencial priista José Antonio Meade Kuribreña, el exsecretario de la Función Pública Virgilio Andrade Martínez, el exsecretario Ernesto Cordero Arroyo, el exgobernador del Banco de México Agustín Carstens Carstens, así como el exconsejero electoral Luis Carlos Ugalde, entre otros.
Tras la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, incursionó en el sector energético con Energía Eléctrica BAL y Petrobal, cuya firma fue la única mexicana que ganó uno de los campos concesionados por el Gobierno y cuyo director es Carlos Arnoldo Morales Gil, exfuncionario de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Baillères González coronó su vida empresarial cuando, en noviembre de 2015, el Senado le otorgó la medalla Belisario Domínguez por instrucción de Peña Nieto, a la que se sumaron legisladores de PRI y PAN, que operaron una ceremonia muy deslucida.
Y lo fue porque, por primera vez desde que el Senado creó la presea —hace seis décadas—, se rompió la unanimidad, sólo un voto evitó el rechazo y la ceremonia de la entrega fue desairada por la mitad de los legisladores. Algo peor: Se maquinó un fraude para alterar la votación y aumentar el número de quienes se pronunciaron por honrarlo.
El homenaje que le rindió el Senado a Baillères González, presidido por el panista Roberto Gil Zuarth —secretario particular de Felipe Calderón y egresado del ITAM—, no fue fortuito: Fue un personaje que financió a políticos de PRI y PAN desde hace décadas.
Baillères González fue uno de los asistentes al memorable ’pase de charola’ del 23 de febrero de 1993, en la mansión de Antonio Ortiz Mena, en Polanco, donde 29 magnates se reunieron con el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari para juntar recursos para la campaña del PRI de 1994, cuyo dirigente era Genaro Borrego y el secretario de finanzas era Miguel Alemán.
Vicente Fox también recibió dinero de Baillères en su campaña por la Presidencia de la República y en su Gobierno se le concesionaron millones de hectáreas para explotar minas, lo que también hizo Felipe Calderón a cambio de millonarios financiamientos de su campaña, en 2006, la de su esposa, Margarita Zavala, en 2018 y hasta su partido México Libre.
Juan Bordes Aznar, director corporativo y tesorero corporativo del Grupo Bal, fue el directivo mediante el cual Baillères entregaba recursos económicos a Calderón desde el 2006 y después a Zavala, en su campaña de 2018.
Para las elecciones de 2018, un grupo de magnates que se han opuesto al Presidente Andrés Manuel López Obrador se reunieron a principios de mayo de ese año, con el propósito de unificar la candidatura presidencial entre Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
Uno de los asistentes a la reunión a la que asistió Anaya era Alberto Baillères y los otros Claudio X. González, Germán Larrea, Eduardo Tricio y Alejandro Ramírez, presidente entonces del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
En informes del Instituto Nacional Electoral (INE) constan los recursos que Alberto Baillères González y su hijo, Alejandro Baillères Gual, así como Juan Bornes Aznar, entregaron a los Calderón-Zavala para la campaña presidencial de ella: un millón 600 mil pesos cada uno.
Apenas el año pasado, Alejandro Baillères Gual, el hijo del magnate fallecido, se hizo cargo del emporio y tiene también estrechas relaciones con políticos del PRI y del PAN, ahora legalmente unidos, así como con el matrimonio Zavala-Calderón y José Antonio Meade.
Calderón fue uno de los primeros políticos que el jueves se dolió de la muerte de su patrocinador:
’Con profundo pesar me entero del fallecimiento de don Alberto Baillères. Mis más sentidas condolencias a su esposa, hijos y nietos. Un abrazo a quienes participaron de una u otra forma en sus muchas obras, en especial a maestros, alumnos y exalumnos del ITAM’.
Lo mismo hizo Meade: La vida extraordinaria de don Alberto Baillères dejó profunda marca en el país que tanto quiso. Transformó cada uno de los sectores y vidas que tocó. Su legado académico en el ITAM es invaluable. Se le extrañará mucho’.Álvaro Delgado Gómez | SIN EMBARGO
La vida extraordinaria de Don Alberto Bailleres dejó profunda marca en el país que tanto quiso. Transformó cada uno de los sectores y vidas que tocó. Su legado académico en el @ITAM_mx es invaluable. Se le extrañará mucho. Ofrezco mis oraciones a su querida familia y amigos. pic.twitter.com/WUhocWTUn0
— José Antonio Meade🇲🇽 (@JoseAMeadeK) February 4, 2022