Desde hace 31 meses México no tenía un indicador de carestía tan bajo como el que se presentó durante la primera quincena de octubre, pues la tasa de inflación interanual se ubicó en 4.27%, aunado a que se han ligado nueve menses de desaceleraciones quincenales.
Y es que según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) el aumentó fue del orden del 0.24% en comparación con la quincena previa, un aumento mínimo que desacelerará aún más al cerrar el año para acercase a la meta, la cual se estableció entre el 3 y 4%, cifra que ahora se ve alcanzable.
Se observa además que la diferencia entre los componentes yacentes y no subyacentes fue mínima (0.24% y 0.25%), por lo que no fue necesario un subsidio a energéticos para bajar el indicador ’de manera artificial’.
Cabe señalar que la presencia de inflación va ligada al crecimiento -cuando es moderada-, a la vez que no significa que los precios sean ’más baratos’, sino que el alza de los mismos se da de forma más controlada.