La mayor parte de los partidos políticos en Hidalgo cuentan con la dirigencia que hará frente al próximo gran reto que serán las elecciones municipales de 2020, mismas donde los jaloneos y negociaciones se darán antes de que culmine el presente ejercicio.
La labor de concertar acuerdos, conciliar, sumar, de hacer política pues, recaerá en los dirigentes estatales que entre sus funciones deben ’repartir el pastel’ entre los grupos políticos para que todos estén conformes y se sientan representados, amén de analizar que los perfiles sean competitivos para los comicios que se llevarán a cabo.
En Líderes Políticos les presentamos a los que serán protagonistas en dicho proceso y en cuyas manos recaerá en gran medida el éxito o fracaso de sus decisiones, estrategas que explotarán sus fortalezas y reducirán sus debilidades con la intención de acceder a un mayor tajo de representación, pues los resultados serán los que definan si su gestión fue buena o mala en términos de ayuntamientos ganados.
Morena es un partido que a la fecha no ha definido quién será el responsable de tomar las riendas de su dirigencia estatal, misma para la que no pocos nombres han salido a relucir en los meses previos, comenzando por Luis Enrique Cadena, Damián Sosa Castelán, Canek Vázquez y el mismo Mendoza Álvarez, entre algunos otros que han surgido de versiones con menor peso.
Sin embargo, los focos del actuar de Morena están enfocados en el actuar del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) así como en los comicios locales que se llevarán a cabo este año, condición por la cual el asunto de las dirigencias estatales es dejado a segundo término; sin embargo, el hecho de que Carlos Mendoza Álvarez, actual Secretario de Formación Política de Morena, haya sido el encargado de representar las mesas de negociación en el Congreso Estatal lo pone en ventaja sobre sus compañeros así sea por una dirigencia temporal que constará en tan sólo 6 meses y tras la cual intentará quedarse para llevarse la gloria en la entidad, un ejercicio previo que determinará en gran medida la transición democrática hasta ahora con el Revolucionario Institucional al frente del Ejecutivo Estatal.
Su trabajo y las negociaciones que pueda llevar a cabo determinarán si es capaz de continuar con el cargo cuya responsabilidad será la de ganar la mayor parte de los ayuntamientos hidalguenses, de menos unos 43, a partir de los cuales buscará consolidar la Cuarta Transformación en Hidalgo y poner el último clavo en el ataúd de los otrora imparables tricolores así como de sus estructuras y sobre todo, de sus prácticas. El mero liderazgo de AMLO ya no será suficiente y si bien parten con ventaja, los errores pueden costar muy caros.
Pese a la aplanadora que representa Morena en el país en ,materia electoral y a que todas y cada una de las estrategias que ha emprendido la ahora oposición han sido contraproducentes al grado de elevar la aprobación y popularidad de AMLO, es el PAN en el que recae de forma natural el contrapeso que pueda existir a Morena; es cierto, puede ser el PRI aquel partido que represente todo lo que Morena quiere combatir pero también lo es que ideológicamente y de una manera más coherente el panismo hace mejor de oposición de lo que pudiera hacerlo el PRI.
García Villanueva es un político de altas miras que deberá demostrar su capacidad para posteriormente, incluso, ser electo como un posible candidato a la sucesión gubernamental, condición por la cual no bastará una mera excusa para sustentar sus aspiraciones, debiendo al menos, retener las 16 alcaldías con las que cuenta actualmente -aunque en distintos ayuntamientos-.
Igual que como se da en el panismo a nivel nacional, las incoherencias entre el discurso y el acto son más una consecuencia de las luchas internas que existen dentro de su partido, en las que se aprecia la lucha por los intereses particulares en lugar de luchas ideológicas por ciertos actores, condición que frena su crecimiento y les niega llegar a su máximo grado de competitividad. Reflejar su humanismo conlleva distanciarse lo más posible del PRI y ese es un mensaje que a la fecha no han dado, pues rompiendo ese amasiato, podrían ser la oposición que necesita Morena para no ser totalitario y permitirse los errores que tanto cometen.
Erika Rodríguez es una política que cuenta con amplia currícula. Lo mismo laboró en el Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM), en el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes estatal, en Servicios Educativos del entonces Distrito Federal, en Radio y Televisión de Hidalgo que coordinando campañas para diputados locales y federales o siendo invitada a la Junta de Gobierno de Inmujeres. A su único cargo de representación popular llegó por la vía plurinominal.
La priista llevará a cabo una labor titánica en la que no relucirán los billetes como en campañas anteriores ni serán estos suficientes para la compra de conciencias dados diversos factores; sin embargo, será en este escenario que deberá comprometer al priismo a luchar por los derechos que por años han ganado -entiéndase cargos en la administración pública-, y en hacer valer su superioridad en cuanto a estructuras respecto de cualquier otro partido. No es una labor sencilla pero lo cierto es que tampoco se tratará de nada que no haya visto durante las diversas campañas donde fungió como estratega.
No se olvide que la popularidad de su máximo representante cuenta con un 66% de rechazo a menos de 3 años de gobierno -y que continuará a la baja-, y que su líder moral, otrora Secretario de Gobernación, cuenta con el mayor porcentaje de repudio en el país. Una estrategia “victoriosa” sería la de avocarse a aquellas regiones donde Morena no sea competitivo dad la carencia de perfiles con los que cuenta en la entidad. Si se llevan 15 ayuntamientos, el priismo se dará por bien servido y quedaría con vida -así sea poca-; de lo contrario, migrarán a otros partidos siendo precisamente los de las puertas más anchas su acérrimo rival en la actualidad.
Hasta hace no muchos años, la corriente que representaba a la izquierda mexicana fue el Revolucionario Democrático (PRD). Sin embargo, los “chuchos” comenzaron con un declive que les dejó en la orfandad al abandonar AMLO sus filas aunque ello no fue tan grave como someterse a Acción Nacional (PAN), porque si bien políticamente se habló de una alianza, la percepción ciudadana la ubicó como una mera forma de supervivencia que además tampoco le resultó como esperaban.
En su defensa cuentan con un dirigente que supo renegar espacios a los caciques que se habían apropiado del Sol Azteca aunque su liderazgo no es capaz de detener lo que marcan las tendencias a nivel nacional: si no van en alianza con otras fuerzas políticas, se aprecia sumamente complicado que ganen más de 3 espacios -por cuestión de dispersión-, toda vez que muchos de sus mejores cartas no dudarán en pasarse del lado de Morena para garantizar su victoria y no pasar por mayores exabruptos. Por supuesto, aún y con AMLO en las boletas, a medida que se regionalizan las elecciones, mayores probabilidades hay de que Morena pierda espacios (como se demostró en las elecciones pasadas) y ello debe aprovecharlo el PRD.
Héctor Chávez deberá morir en la línea para permanecer con su registro y poner una especial atención en los perfiles que impulsarán, los cuales deberán dejar de lado las cuotas políticas de grupo -que ya no representan nada- y enfocarse plenamente en aquellos que son efectivamente competitivos, no abandonando a quienes seguramente no aspiran a nada pero siendo realistas con las aspiraciones que como partido él representa.
El partido Podemos es nuevo en Hidalgo así como a escala nacional, impulsado por el profesor Moisés Jiménez. Ello les deja en una posición donde yendo solos, sus aspiraciones son pocas pero significativas para su corta vida, toda vez que podrían aspirar a ganar hasta 5 municipios siempre que el escenario nacional brinde la Secretaría General del SNTE a Jiménez como representante de Elba Esther Gordillo.
La maniobra sin embargo no se encuentra lejos de cumplirse y una de las muestras más evidentes de que se opera para que ello se cumpla son las diversas estructuras que se han organizado en el país para cumplir tales propósitos. Con la ayuda de las redes de Maestros por México, habrá regiones en las cuales sean verdaderamente competitivos aunque el escenario seguramente se inclinará por competir mediante alianzas, en las que no se descarta la presencia de Morena.
J. Dolores López Guzmán será el responsable de tejer alianza con Morena y es por ello que sus aspiraciones son realmente grandes, en comparación con el resto de los partidos no mencionados y con el mismo PRD.
El representante de Moisés Jiménez tendrá que aprender a negociar sin pedir permiso si quiere resolver asuntos fundamentales de inmediato y esa confianza será ganada en la medida de que sus decisiones sean vistas con buenos ojos por el gremio magisterial.
LOS CINCO PARTIDOS QUE PELEARÍAN POR DOS ALCALDÍAS
A nivel nacional tanto Nueva Alianza como Encuentro Social perdieron su registro como partidos políticos, sin embargo, el primero de estos aún puede considerarse una institución local y ello les da nuevamente posibilidades en la contienda por ayuntamientos de Hidalgo en los próximos comicios a celebrarse en 2020.
El camino no será nada fácil, toda vez que el partido otrora magisterial no contará más con el respaldo del PRI -dado que no ganarían nada al aliarse con estos y sí podrían perder mucho-, y dentro de sus huestes se aprecia una ruptura hacia la corriente que se aglutinará en Podemos, pues acciones como la Reforma Educativa, que si bien fue criticada por el PANAL en su momento, dejaron el sabor de que se hizo bajo consenso -y traición- de las cúpulas que encabezaron dicho partido, uno que además traicionó a la maestra Elba Esther.
Luna Mejía deberá mostrar sus dotes de estratega para poder aspirar a ganar algún ayuntamiento si compiten por su cuenta y se enfrentará a un rechazo de sus mismas bases. Si acaso la única ventaja que observan es que de sobrevivir a la siguiente prueba de fuego, se consolidarán como un partido lo suficientemente fuerte para poder ser considerado en la agenda electoral estatal y uno de cuidado además por sortear las adversas condiciones.
El expanista Pablo Gómez es quien estará al frente de Movimiento Ciudadano para los próximos comicios a celebrarse en 2020. No es que su perfil sea de los más bajos de los dirigentes partidistas, pero sí observa una serie de dificultades que abonarán al fracaso muchas de sus aspiraciones al encabezar, designado por la dirigencia nacional, uno de los partidos con mayores problemáticas en la entidad.
La historia de MC nos dice que ha sido liderado por muchos grupos, los cuales siempre buscaron el beneficio particular de algún personaje político particular en lugar de consolidarse como una opción verdadera para los electores hidalguenses, condición que le relega a ser de los animadores en las próximas elecciones pero prácticamente sin oportunidad de presentar resultados destacables en la contienda, pues así como hubo grupos que se apropiaron del partido para sus fines, de la misma forma abandonaron el barco a la primer oportunidad.
Sin recursos, sin liderazgos y prácticamente sin estructuras, la única apuesta que le queda es realizar una alianza con algún partido grande o bien, conformar un bloque de “la morralla” que le permita hacerse de algún ayuntamiento vía fichar uno de los perfiles valiosos que por diversas circunstancias, suelen ser ninguneados por otros partidos y ello siempre que los competidores tengan flaca caballada, factores que si bien son complejos, no son imposibles y se dan de forma más constante de la que debieran en la arena política.
Conservar los cinco municipios que actualmente gobierna el Verde Ecologista será una misión imposible digna de ser contada por los juglares durante generaciones, principalmente por el desempeño de sus alcaldes en las distintas demarcaciones pero también, por el escenario nacional adverso que enfrentan.
La estrategia de rémora que lo ha mantenido con vida con el PRI y el PAN ya no se antoja factible salvo en algunas regiones muy particulares a la vez que no existe motivación alguna de estos por aliarse con ellos, pues incluso la estrategia de aglutinar partidos para aparentar un consenso entre diversas corrientes facilita a Morena etiquetarlos en un mismo conjunto.
Conde Zúñiga deberá hacer algo completamente distinto a lo hecho hasta ejecutado por su institución política en miras de conseguir su supervivencia y además tendrá que hacerlo rápido, pues no es el único partido que se encuentra en la cuerda floja y que hoy más que nunca necesita de la confianza de la gente para subsistir, ya no digamos de la mayoría, sino del mínimo necesario para poder conservarse como una opción electoral que debe beber tragos amargos hoy con la esperanza de que un futuro le traiga nuevas y mejores bonanzas, aunque sin garantía de que ello suceda.
Designado por la dirigencia nacional, Javier Vázquez Calixto es el Coordinador estatal del PT que asumirá roles que le asemejan al del presidente de partido en la entidad. Tras una serie de eventos desafortunados en los que se vio envuelta su dirigencia anterior por violencia intrafamiliar además de escándalos que tienen que ver con la presunta malversación de fondos, cuando parecía que volvían a pisar fuerte la arena política, se quedaron a la orilla y lejos de fortalecerse, se les ve más débiles que nunca como institución -ni sus instalaciones han podido ocupar-.
A su favor, cuentan con una serie de liderazgos femeninos que si bien son polémicos en algunos de los casos, en otros son una muestra de constancia, un factor que bien manejado podría hacerlos competitivos en varios espacios. No parece que peleen por la supervivencia, pero una vez ganada esta, el siguiente objetivo es el de conseguir un triunfo para que finalmente puedan dar el gran salto que su militancia requiere.
Vázquez Calixto sin embargo ha sido objeto de diversas trampas puestas por aquellos traviesos que durante su gestión en el partido, de forma apenas disimulada siempre pactaron con el PRI para simular una oposición en la entidad, por lo que lejos de esos recursos, se enfrentarán a un escenario en el que tendrán que dar lo mejor de sí para poder ganar espacios en los ayuntamientos, no descartándose que puedan llevarse uno o incluso dos de los mismos si las estrellas se alinean, las condiciones son favorables y sobre todo, saben explotar los liderazgos que han surgido al interior del instituto.
El partido Más por Hidalgo que encabeza Eustolio Vázquez Reséndiz es una incógnita no por los resultados que se esperen de ellos como partido local, para lo cual siempre batallaron con la entrega de requisitos para poder conformarse, sino por la pertenencia del mismo hacia algún político en particular.
Lo anterior sin embargo podría jugar a su favor, toda vez que en esta era el ser identificado con el grupo político de algún personaje público es más una desventaja con la cual deben lidiar para poder concretar sus aspiraciones. Como partido local de reciente creación, deberá buscar su permanencia y la mejor estrategia para mantenerse al frente es poner todo su esfuerzo en conseguir la victoria en algún ayuntamiento olvidado por los demás partidos, algo que no garantizará su futuro en la entidad pero que sin duda podría dejar un dato para el recuerdo y así evitar desaparecer del mapa política sin gloria alguna cuya memoria sea arrastrada como hoja otoñal por el viento, algo que ya ha sucedido con anterioridad.
Eustolio sabe que el reto no es poco y la apuesta que enfrenta ha sido mucha, pero a final de cuentas nada tiene qué perder y todo por ganar, por lo que el no contar con dicha presión podría hacerle competitivo, pues al igual que otros partidos que no aspiran a nada, una serie de combinaciones, buenas decisiones y mucha suerte le acercarían a representar algún ayuntamiento de la entidad.
