La Auditoría Superior de la Federación (ASF) observó opacidad en los proyectos de ingeniería llevados a cabo en las oficinas de Hidalgo de la entonces Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), mismos que nadie firmó aparentemente para no dejar rastro que los hiciera responsables.
La CDI estuvo administrada por la hoy senadora Nuvia Mayorga Delgado hasta antes de que comenzara la última etapa del proceso electoral, contienda en la que perdió en las urnas pero accedió como representante de primera minoría.
Las oficinas del CDI en su natal Hidalgo, que es donde tendría mayor influencia la funcionaria, carecían incluso de planos para sus proyectos de ingeniería, además que no fueron firmados ni aprobados tanto por los responsables como por las autoridades competentes, lo que llamó la atención de la entidad auditora.
Además, como si se tratase de una constante en diversas instituciones del peñismo, tanto para proyectos que finalmente no fueron financiados como para aquellos intencionalmente dilatados, o incluso los que tardaron su ministración por otros factores, la CDI no reintegró a la Tesofe el monto de todos los intereses generados en las cuentas el tiempo que el capital se mantuvo inactivo en bancos.
La gravedad de los actos derivó en 1 recomendación y en 8 promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria.
Apenas el día de ayer se dio a conocer que la UIF se encuentra integrando un expediente para congelar las cuentas de la camarilla de Osorio Chong, entre la que se encuentra Mayorga, derivado de sus nexos para favorecer a empresas consentidas con contratos subsidiados que habrían tenido también la intermediación de Odebrecht.
Nuvia Mayorga ya había sido señalada por recibir recursos de Odebrecht como soborno para financiar la campaña del entonces candidato Enrique Peña Nieto.
