Las donitas Bimbo incrementan riesgo de diabetes


Cada dona sobrepasa el contenido de azucar recomendada y favorece la aparición de enfermedades crónico-degenerativas.

Las donitas Bimbo incrementan riesgo de diabetes

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Diciembre 11, 2018 16:30 hrs.
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Redacción › Emmanuel Ameth Noticias

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Donuts Dálmata de Bimbo (caja con 232 gramos) Contienen 20.3 gramos (g) de azúcares añadidos o el equivalente a 5 cucharadas cafeteras de azúcar en una pieza (58 g cada una).

Esta cantidad cubre el 81% de de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ser consumido por un niño o un adulto durante el día.1

Debemos tomar en cuenta que al consumir este tipo de productos se pone en riesgo la calidad nutricional de la dieta y se incrementa la ingesta calórica sin aportar nutrientes saludables.

Esto contribuye a generar un aumento de peso corporal, favoreciendo la aparición de enfermedades crónico-degenerativas, incluso en edad temprana.

Grasas saturadas:
Contiene 13.3 g de grasas saturadas por pieza, lo que cubre el 246% de la recomendación según la OMS.

Una alta ingesta de grasas saturadas está relacionada con concentraciones elevadas de colesterol, pudiendo generar un taponamiento en los vasos sanguíneos por la acumulación del mismo, lo que provoca que la sangre circule con dificultad y aumente el riesgo de obstrucciones, derivando en infarto al miocardio o accidente cerebro vascular.

Cada pieza aporta 290 calorías, lo que cubre el 14.5% de las 2,000 calorías que aproximadamente ingiere un adulto al día, según las recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana 5 y el 16% de la recomendación para población infantil.

Es importante recordar que los alimentos densos energéticamente aportan muchas calorías y son pobres en nutrimentos, como vitaminas y minerales, además de fibra y otros compuestos bioactivos relavantes, y desplazan el consumo de alimentos frescos y naturales, particularmente en los niños.

Contiene ¡38 ingredientes!, entre los cuales hay grasas vegetales y azúcares como dextrosa y jarabe de glucosa y fructosa. El resto son aditivos sintéticos empleados para alargar la vida de anaquel del producto.

Harina de trigo (gluten), cobertura (31%) (grasa vegetal hidrogenada, sólidos de la leche, azúcar, leche en polvo, lecitina de girasol, dióxido de titanio, ácido sórbico, saborizante natural), grasa vegetal (TBHQ, ácido ascórbico), decorado (7%) (azúcar, grasa vegetal hidrogenada, cocoa, sólidos de la leche, lecitina de girasol, ácido sórbico, saborizante natural), azúcar, levadura, jarabe de glucosa y fructosa, huevo, sal yodada, mono y diglicéridos, dextrosa, gluten de trigo, harina de soya, almidón, leche en polvo, triestearato de sorbitán, estearoil lactilato de sodio, ésteres de ácido diacetil tartárico, goma guar, fosfato monocálcico, ácido sórbico.

Los aditivos son los siguientes: jarabe de glucosa y fructosa (Jarabe de maíz de alta fructosa), es un azúcar simple que potencia el sabor dulce de los productos; muy usado en la industria por su bajo costo de producción, pero su consumo crónico está relacionado con el desarrollo de síndrome metabólico, que involucra la ganancia de peso corporal, alteraciones en glucosa, colesterol y triglicéridos sanguíneos e hígado graso, desarrollo de diabetes y problemas cardiovasculares.

TBHQ. Es un antioxidante sintético que se emplea como aditivo para extender la vida de anaquel y prevenir rancidez de los productos que contienen grasa.

Algunos estudios en animales reportaron incidencia de tumores, hipertrofia hepática, efectos neurotóxicos, convulsiones y parálisis. En humanos se han reportado casos de alteraciones de la visión.

Grasa vegetal hidrogenada (grasas trans). Es un tipo de grasa que según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) no debería de estar presente en ningún tipo de producto que sea para consumo humano, ya que está asociada a enfermedad cardiovascular con progresión a apoplejías y ataques cardíacos, así como al desarrollo de resistencia a la insulina.

Dextrosa. Se usa como estabilizador de grasas, mejorar sabor y alargar la vida de anaquel del producto.

Es un azúcar simple que se obtiene a partir del maíz, no aporta valor nutricional al organismo y por su facilidad de absorción en el intestino puede alterar los niveles de glucosa a nivel sanguíneo. Esto podría considerarse un problema en padecimientos como resistencia a la insulina o diabetes.

Etiquetado:
La campaña publicitaria promueve un producto novedoso, ’siempre suave, elaborado cada día’. Y podemos decir que sí se mantiene siempre suave, pero por la cantidad de aditivos que le añaden.

En la parte inferior de la cara frontal del empaque se muestra el etiquetado GDA, elemento que sigue sin ser un facilitador para comprender la información que se brinda al consumidor, pues genera más confusión, es incomprensible y engañoso, al no contar con parámetros correctos sobre la cantidad de ingredientes, como azúcares añadidos o grasas saturadas, poniendo en riesgo la salud de la población, además de no ayudar al consumidor a tomar mejores decisiones de compra, ya que no indica que el producto en este caso es alto en calorías, grasas saturadas y azúcares.

Hay que tener precaución, ya que por su diseño puede generar mayor interés en población infantil.

La tabla nutrimental menciona que su contenido de grasas trans es de 0 g, lo cual se contradice en la lista de ingredientes, ya que leemos varias veces grasa vegetal hidrogenada, por reglamentación internacional su uso no está permitido en alimentos.

Finalmente, podemos mencionar que con la oferta de este tipo de productos, llenos de aditivos, conservadores, grasas saturadas y azúcares añadidos, la industria está violando el artículo 4 de la Constitución que establece que ’toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad’, aunado a que el Estado tampoco lo garantiza.

Por ello, se deben intensificar los esfuerzos para que las industrias cooperen con la transformación de sus métodos de conservación o sustitución por aditivos seguros para el consumo humano sin poner en riesgo la salud del consumidor.

Consultar el Poder del consumidor

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