Colloqui
Samuel F. Velarde
Así como dio la vuelta al mundo la foto del niño sirio encontrado ahogado en una playa turca, que conmovió a miles de personas, que murió por culpa de la violencia entre distintas facciones sirias. De la misma manera la foto de hace días donde un padre y su hija de un año y cuatro meses de edad que murieron ahogados en el rio Bravo tratando de pasar al otro lado, buscando el sueño americano, ha tenido efectos similares. Eran originarios de El Salvador, un país que se encuentra en una encrucijada, entre la violencia y la pobreza estructural.
Por desgracia seguiremos viendo desde la comodidad de nuestro hogar escenas como esta, en un mundo globalizado donde las migraciones son ya un fenómeno que llegaron para quedarse, donde la globalización del capital ciertamente no tuvo los efectos esperados por sus agoreros. Por otro lado, los desastres naturales irán propiciando este tipo de situaciones, los más desprovistos serán los que sufran las consecuencias. Sin embargo las políticas que los Estados imponen para rechazar a los migrantes o para expulsarlos, también están a la orden del día.
Ya se ha comentado en otros espacios la situación centroamericana, una región olvidada y vilipendiada, pero también con sociedades llenas de problemas complejos de resolver en poco tiempo, en donde han gobernado personeros corruptos, genocidas y mafiosos y cuando se ha intentado una mínima democratización de su esfera pública, el intento ha sido aniquilado por intereses económicos y políticos. Todo esto ha provocado la oleada de corrientes migratorias hacia el norte, hacia el país hegemónico que (ya lo comentamos aquí) sigue siendo el objetivo de miles de personas. Lo extraño es que se arriesgan a cruzar kilómetros de selva y desierto para llegar al norte luchando contra viento y marea pero desistiendo de la lucha por mejorar sus lugares de origen, eso nos da una idea de varias cosas, una lectura de análisis interesante.
Otro problema es el papel de México, no solamente por estar ubicado como puente geográfico entre el sur y el norte, sino cómo debe asumir su posición geopolíticamente hablando, es decir ¿hasta donde se perjudica con un asunto que para muchos debería de ser ajeno a nuestra ya de por si compleja problemática interna y hasta qué punto tienen una responsabilidad como actor internacional relevante por ser parte del G20 y por ser también un país expulsor?
El gobierno de AMLO ha reflejado ciertamente buenas intenciones en relación a Centroamérica, su reunión con el presidente Bukele de El Salvador lo demostró, pero falta mucho por hacer, sobre todo en negociar con más tino con los vecinos del norte, en donde viven millones de mexicanos en condiciones no legales. Asimismo tiene que convencer sobre alguna solución multilateral acerca de la migración centroamericana, indiscutiblemente los interlocutores serian Canadá, Estados Unidos y México, más allá de los esfuerzos comunes y negociados que los pueblos y gobiernos centroamericanos realicen por sus propios espacios geográficos.
No hay mucho optimismo en realidad, pero al menos deben existir ideas para proponer salidas a corto plazo, antes de sucumbir en el cinismo o que otros migrantes mueran de manera tan patética como el padre y su hijita en el río Bravo.
http://www.colloqui.org/colloqui/2019/6/27/la-foto-de-un-hecho-triste