El mercado inmobiliario en México está está redefiniendo la manera en que se construye y se accede a la vivienda, reduciendo el tamaño de las viviendas, pero no por ello se ve reducido proporcionalmente su precio.
Diversos factores económicos y demográficos impulsan esta tendencia. La creciente demanda de vivienda en las zonas urbanas de México, combinada con la escasez de terrenos y los altos costos de construcción, está llevando a una reducción del tamaño de las viviendas. El general manager de Propiedades.com, Juan David Vargas, señala que los desarrolladores se ven obligados a maximizar el uso del espacio disponible.
Datos recientes del INEGI reflejan esta realidad: el tamaño promedio de las viviendas en áreas urbanas ha disminuido un 15% en la última década, mientras que el precio por metro cuadrado ha aumentado un 20%. Este fenómeno no es exclusivo de México; España experimentó un problema similar durante el auge inmobiliario de los años 90 y 2000, con la construcción de viviendas pequeñas y costosas.
Para mitigar estas dificultades, España implementó políticas de vivienda social y regulaciones de zonificación, ofreciendo un modelo que México podría considerar adaptar a sus necesidades.
La falta de viviendas asequibles en zonas céntricas obliga a muchas familias de bajos ingresos a trasladarse a las periferias urbanas, donde la infraestructura y los servicios son limitados. Esta segregación perpetúa las desigualdades y afecta la cohesión social, creando un ciclo de pobreza y exclusión difícil de romper. El INEGI reporta que el 40% de las familias de bajos ingresos en las principales ciudades de México, como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, viven en la periferia, enfrentando tiempos de transporte de hasta varias horas diarias.
De acuerdo con Juan David Vargas, la disminución del tamaño de las viviendas afecta directamente la calidad de vida de los habitantes. Espacios más reducidos significan menos comodidad y funcionalidad para las familias, lo que puede generar un ambiente de estrés y disconformidad.
"El mercado inmobiliario en México se encuentra en una encrucijada, la "reducción silenciosa" está creando un ambiente donde se paga más por menos, afectando negativamente la calidad de vida de los mexicanos. Solo, a través de una colaboración estrecha de desarrolladores, planificadores urbanos y legisladores, se podrá garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a una vivienda digna y asequible. Sin esta acción, la "reducción silenciosa" no solo disminuirá nuestros espacios, sino también nuestras oportunidades y calidad de vida", expresó.Con inforamación de EL ECONOMISTA