Huasca de Ocampo, en Hidalgo, pese a ser la primer región en recibir la denominación ’Pueblo Mágico’, se mantiene vigente hoy más que nunca, pues se trata del tercer destino más visitado dentro de los 132 existentes en el país, producto de su belleza, pero también de la reconfiguración turística que los pobladores han adoptado, provocando que el paseante se quede siempre con ganas de regresar.
Los Pueblos Mágicos son la propuesta turística más cautivante que ofrece México a los visitantes. Esto se debe a lo formidable que resulta caminar por sus calles sin descanso, mientras se admira su hermosa arquitectura. Cuando las fuerzas y el cuerpo no dan más es posible sentarse en una encantadora terraza o balcón para disfrutar de propuestas gastronómicas auténticas.
Con la adición de once nuevos sitios que se sumaron a finales de 2020, en total el país ya posee 132 Pueblos Mágicos. Cada uno de ellos ofrece una propuesta de viaje sin igual, la cual va desde turismo de aventura, playas, deportes extremos, oferta cultural, etc.
Sin embargo, algunos son los preferidos de los viajeros, según información de la Secretaría de Turismo y Visit México. Aquí te los presentamos.
Santiago de Bernal resalta entre los Pueblos Mágicos más encantadores, al estar en clavado en una región vitivinícola, además de ser la puerta de entrada a la Sierra Gorda. La Peña de Bernal es su ícono más importante, pero además de ofrecer hermosos paisajes, cuenta con una amplia propuesta de gastronomía típica y artesanías locales.
San Cristóbal de las Casas, Chiapas
En este pueblo colonial parece que el tiempo se detuvo en algún momento de la historia. Por ello, ahí se conserva intacta una arquitectura de estilo barroco y neoclásico. Sus balcones floridos y su hermoso Centro Histórico han hecho que más de un turista se enamore de este lugar. Su clima frío invita a disfrutar de un café, cultivado en la región, mientras se goza del aire cosmopolita y legado indígena al mismo tiempo.
Huasca de Ocampo, Hidalgo
El primero de los Pueblos Mágicos en obtener este distintivo fue un pintoresco refugio, del centro del país, que atraer a los visitantes con sus prismas basálticos. Estos conforma uno de los espacios naturales más bellos de todo México. Lo anterior unido a sus sitios históricos, calles empedradas y paseos románticos lo convierten en un destino sobrecogedor.
Bacalar, Quintana Roo
La ilusión óptica que se tiene al contemplar los destellos en distintos tonos de azul dejan si aliento a cualquier turista. Tras el asombro inicial descubren que no se trata de un espejismo, sino de la llamada laguna de los siete colores. Dicho regalo de la naturaleza se debe a siete cenotes distribuidos a lo largo de este cuerpo de agua de 43 kilómetros de longitud.
Izamal, Yucatán
Un tono amarillo y ocre resalta en todas las construcciones de un destino, el cual es el único centro ceremonial habitado. En sus calles se fusionan tres épocas distintas: el pasado prehispánico, época colonial y la vida actual. Se acoge así a los visitantes que llegan atraídos por el Convento de San Antonio de Padua y su patio cerrado, el más grande de América.
Estos cinco Pueblos Mágicos palpitan con su propuesta de viaje y un vibrante legado que cautiva al sumergirse en sus atmósferas únicas.