The Ethisphere Institute premió a 135 empresas de 22 países y 47 industrias para otorgarles la insignia de empresas más éticas del mundo, entre las que incluyó a Bimbo pese a que en México evade impuestos, vende productos chatarra y encima evade las leyes locales para seguirse promocionando aprovechando agujeros en las normas.
La clasificación del instituto evalúa el desempeño de cada compañía en cinco factores clave con diferentes grados de relevancia, dentro de los que se encuentran: cumplimiento normativo, indicador que representa 35% del puntaje total; responsabilidad social, 20%; cultura ética, 20%; gobierno corporativo que representa 15% y liderazgo, innovación y reputación que agrega 10% del total del puntaje.
Las fallas en la clasificación que Ethisphere Institute “no vio”
El indicador de más peso en la evaluación es el del Cumplimiento normativo. Sin embargo, el instituto ignora que Bimbo ha sido durante décadas una de las empresas más favorecidas por el SAT.
Eje Central reveló que en 2010, por ejemplo, Grupo Bimbo obtuvo utilidades por cinco mil 544 millones y pagó dos mil 363 millones de impuestos a la utilidad, lo que significó una tasa impositiva efectiva 29.9%. Sin embargo, para ese mismo año, la empresa del Osito tenía registrado en su balance impuestos por recuperar por cuatro mil 21 millones. Un año más tarde, después de pagar tres mil 36 millones de pesos de ISR, la utilidad neta fue de cinco mil 660 millones de pesos y en su balance tenía registrado cuatro mil 330 millones de impuestos por recuperar.
Con datos de 2012, la revista internacional Forbes evidenció que Bimbo fue una de las 10 empresas consentidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto, beneficiándose del esquema de Consolidación fiscal.
Según SinLínea.mx Bimbo pagó 4 mil 897 millones de impuestos en 2018, que son 1 mil 385 millones menos que en 2017 pese a que tuvo más utilidades que el ejercicio anterior, teniendo un récord de ventas.
En cuanto a Responsabilidad Social, la nueva norma de etiquetado en México obliga a que las empresas difundan de forma correcta los ingredientes y porciones potencialmente dañinas para la Salud para que el consumidor no sea víctima de engaños.
Además, prohibió sobredimensionar imágenes de personajes que promovieran los productos porque tienen una influencia crucial en la decisión de compra de los consumidores.
¿Qué hizo Bimbo? En lugar de fabricar productos “más sanos” para evitar el etiquetado, destinó millones en litigios para ampararse contra la norma mexicana y aprovecha otros productos para difundir sus imágenes, como es el caso del papel higiénico, algo que sin duda debería reflejarse en el indicador de Cultura ética también.
