Entregará FCE 2.1 millones de libros a campesinos y estudiantes


La impresión de los 2.1 millones de libros fue realizado con una inversión de 45 millones de pesos que financió el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado

Entregará FCE 2.1 millones de libros a campesinos y estudiantes
Política
Septiembre 14, 2021 00:59 hrs.
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Zósimo Camacho | CONTRALÍNEA › Emmanuel Ameth Noticias

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El director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, informó que repartirán 2 millones 100 mil ejemplares de manera gratuita en todo el país, para los campesinos, estudiantes rurales, maestros, vecinos de colonias populares y personal de salud.

México está en proceso de liberación, señala con convicción el escritor, historiador y literato Paco Ignacio Taibo II. Desde la dirección general del Fondo de Cultura Económica, le toca librar la batalla de las ideas; apenas, ataja, una trinchera. Con la colección ’21 para el 21’ no sólo busca celebrar los 200 años de la consumación de la Independencia, sino poner a leer al país, sobre todo a los ejidos, las rancherías, las comunidades indígenas, la barriadas, las colonias populares, las escuelas rurales, incluso, a las tropas de las Fuerzas Armadas.

Francisco Ignacio Taibo Mahojo advierte que se trata del mayor esfuerzo en su tipo jamás realizado en América Latina: una colección de 21 títulos con 2 millones 100 mil ejemplares a entregarse ’en las manos adecuadas’, en todos los rincones de las 32 entidades federativas de la República Mexicana. La impresión implicó una inversión de 45 millones de pesos que financió el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.

Al menos un ejemplar recibirán todos los becarios de las universidades del país, dice. También llegarán a grupos del magisterio, voluntarios de fomento a la lectura, casas de cultura, bibliotecas de escuelas, universidades interculturales, Universidades Benito Juárez, activistas. Y también a los médicos, enfermeras y demás personal de salud de los hospitales y clínicas Covid ’que tanto han hecho por nosotros’… Que los libros ’lleguen y rolen’.

Autor de más de 50 obras de literatura (novelas, cuentos, crónicas), historia, ensayos, guiones de cine, se emociona (’me froto las manos hasta sacar chispas’) al advertir el impacto de la colección y sus millones de ejemplares entre la población.

Militante de izquierda siempre, premiado en 14 ocasiones por sus obras literarias e históricas, Paco Ignacio Taibo II señala que hoy el país vive una época álgida, de debate, de confrontación de ideas porque la transformación que se pretende genera encono y hoy muchos se están ’desenmascarando’. ’Está saliendo a flote toda esta basura del pasado y la gente está mejor informada’.

Desde que tenía 10 años de edad vive en México y obtuvo la naturalización en 1984. Conoce el país y sus luchas no sólo desde los libros y la academia, sino desde el terreno. Le gusta empolvarse las botas, platicar con los pobladores de los lugares que visita, comer en los puestos y fondas locales y perderse entre la gente. Abiertamente señala que en el actual gobierno y movimiento de transformación hay ’batallas internas’. Más aún, personajes ineptos y derechistas que ellos mismos, morenistas, llevaron al poder.

’Heredamos un aparato burocrático altamente ineficiente, tonto, que favorecía la corrupción… y cuesta un demonio liberarnos del enemigo interno.’

Señala que todo el proyecto debió superar problemas de concepto, diseño, organización, permisos contractuales y distribución. ’Llevamos meses trabajando en toda esta estructura’. asegura. Explica que ’el problema no es hacer la operación más grande que se haya hecho en América Latina de fomento a la lectura y libros de regalo’, sino determinar a quién va a llegar ese libro: ’A quién se lo das. ¿A alguien que lo va a guardar, pero nunca lo va a abrir? ¿A alguien que va a intentar venderlo?’ A este respecto, señala que los libros no podrán ser vendidos por nadie porque cada ejemplar lleva la leyenda. ’Estos libros no son para vender’. Sí, los libros podrán ser regalados y podrían pasar de mano en mano. En ese caso, el efecto de un solo ejemplar ’va a volverse multiplicador’.

Quienes intervinieron en la integración de las obras para la colección fue todo el equipo editorial del Fondo [de Cultura Económica]; Jesús Ramírez Cuevas [coordinador general de Comunicación Social y vocero del Gobierno de la República], y trabajaron con la Presidencia de la República. "Estuvimos conversando los títulos. Se trataba de una colección que fuera de los periodos de Independencia, Reforma, Revolución y un poco después de la Revolución".

Una vez que se decidieron los títulos de la colección, el FCE gestionó los derechos de las obras que no estaban en su poder. Hicieron los trámites respectivos con los herederos de los escritores. Se les ofreció una retribución económica y, términos generales, encontraron ’una recepción maravillosa’, pues les agradó la idea de que las obras fueran parte de un esfuerzo que llegará a todo México.

Más que esperar dinero, ’hubo herederos de un autor que decían: ‘Mi padre hubiera pagado por que esto pasara’ y ‘No quiero que me manden el dinero’. Y luego encontramos otros que dijeron que no. Y mi sorpresa: ‘¿Oigan, no quieren participar en una promoción de este tipo que realza la figura del personaje del que se es heredero?’ Algunos aceptaron, pero de repente intervino una agencia literaria y lo que pidió fue lana de por medio’.

’La colección se fue armando conforme íbamos consiguiendo derechos y permisos y haciendo balances: ‘Aquí necesitamos a una autora que cuente el México de los 40 en literatura’, ‘Aquí necesitamos un libro bueno sobre la Reforma’… Y, entonces, el equipo editorial del Fondo, en coordinación con la Presidencia, fuimos creando la lista y luego consultamos, por ejemplo, a una sala de ceceacheros [estudiantes de bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM]: ‘¿A ustedes les interesaría un libro como el de Apocalipstick de Monsiváis?’. Pero al mismo tiempo preguntamos en una comunidad indígena, donde tenemos una sala de lectura formada fundamentalmente por campesinos, sobre la Antología de Poesía del siglo XIX. Hicimos sondeos, preguntamos, conversamos con cientos de personas y de ahí salió la lista definitiva.’

El mensaje en su conjunto de los libros fueron para un país que está en proceso de liberación. Yo tenía unos libros en la cabeza y decía: ’Esta colección no puede dejar de publicar algunas cosas. Por ejemplo, [Mariano] Azuela: Los de abajo. O libros en los que necesitamos una buena antología de Guillermo Prieto: necesitamos hacer una antología de sus mejores crónicas, de amor, costumbres y guerra".

Ya con la lista definitiva. Lo que vine, señala, es la locura, con un programa tan ambicioso de repartir adecuadamente millones de libros. Presidencia de manera directa entregará los ejemplares a los mandos de las Fuerzas Armadas: ’capitanes para arriba, porque la idea es no sólo capacitarnos técnicamente, en derechos humanos y en las batallas del día a día contra el crimen organizado; también es darles un fomento cultural que les dé solidez. Y para mí, la idea fundamental: ellos se van a hacer cargo de esta distribución enorme’.

Otro sector será el de los becarios. Para ello, explica Paco Ignacio Taibo II, se tiene un acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Se le entregarán miles de colecciones completas para todas las bibliotecas que hay en el país y para que cada becario escoja un título.

’Vale, y empezamos a sumar, y luego es una red que hay que ponerla en operación. O sea, tenemos que entregar a primeros que, a su vez, distribuyan a segundos que, a su vez, distribuyan a terceros hasta llegar a ciudadanos concretos. Y nos quedaba un vacío que era terrible, peligrosísimo’. Se refiere a los miles de ’ciudadanos sueltos’ a lo largo del país que no están organizados en estas estructuras o en redes, movimientos sociales, no son maestros normalistas, jubilados, pero que son lectores. Cómo llegar a ellos.

’Dirán: ‘Yo quiero uno’, Y por qué no. Entonces destinamos un porcentaje muy grande a ellos. No son colecciones completas, imposible, pero sí algún ejemplar. Y arrancamos ya el método, que es: los que usan los teléfonos rojos en los programas del Fondo de Cultura, Desde el Fondo, son acreedores a un ejemplar. Nada más tienen que pedirlo por WhatsApp. Les mandamos un contramensaje y con ese pueden recogerlo en la librería más cercana que tengan de las 115 librerías que tenemos Fondo y Educal en todo el país. El otro mecanismo era visitando estas librerías.’

—Este esfuerzo por llevar libros a todo el país y fomentar la lectura de manera masiva recuerda a las campañas de alfabetización del cardenismo; pero llama la atención que ahora se busca que también los integrantes de las Fuerzas Armadas, la tropa, lean estos libros. ¿Cómo surgió esta idea y qué busca?

—Hay una conversación con Presidencia, en la que los argumentos eran: ’Yo creo que tenemos que darles bagaje cultural a los mandos medios de la milicia, del Ejército, de la Marina y a mí me parece una idea en la que yo estaba absolutamente de acuerdo de entrada, así como la idea de Andrés fue: ’Hay que hacérselo llegar a maestros jubilados normalistas’. Me parece una idea genial porque son grandes promotores de la lectura, y va al unísono con los clubes de lectura que estamos formando en las normales. Yo calculo que para fin de año tendremos 10 mil clubes y salas de lectura funcionando en el país.

—Por qué fomentar la lectura entre las Fuerzas Armadas. En específico, entre la tropa. Siempre se ha pensado que sus integrantes están adiestrados para actuar, no tanto para pensar: acatar las órdenes que se les dan. Dice que esta colección es para un país en proceso de liberación, ¿en la liberación también se educan a las tropas?

—He tenido relaciones a lo largo de estos años con policías, con soldados y, generalmente, me han tocado aquellos que leen y los hay. He tenido conversaciones con uno de los capitanes qué más sabe sobre el Villismo… después de mí, pero nos damos un tiro –acota–. En términos informativos, hay que hacerle llegar a este capitán esta colección. A mí me parece importante.

—No hay una transformación en el país que no esté acompañada también de su discurso cultural. ¿La colección 21 para el 21, y el programa de distribución de los libros para generar una lectura masiva de las obras, es ya un eje articulador de la propuesta cultural de la 4T?

—Sería excesivo pensar que somos un eje articulador. Más bien, habría que pensarlo como una experiencia en la que tenemos que recoger resultados en 5 meses y valorar. Si va a producir, como va a producir, centenares de nuevas salas de lectura, clubes de lectura, bibliotecas activas en escuelas que estaban inactivas, yo me froto las manos hasta que salgan chispas. Y la crítica está bien. Alguien me decía: ’No me gusta la colección’. Pues muy tu gusto, tienes dinero, puedes ir a una librería, haz tu propia colección. No lo tienes, pues los que te gusten. Pero la crítica con mala fe ya empezó.

—¿Qué críticas has recibido por este programa de fomento a la lectura? ¿Son un problema?

—Un personaje dijo: ’Los libros no hay que regalarlos porque le quitas su valor al libro’. ¿Será baboso este personaje, será neoliberal, individualista y esté tonto a este grado? No entiende que el valor del libro no es el valor del neoliberalismo y el dinero. Un libro en las manos indicadas que no podían comprarlo por razones económicas, que no tenían acceso, que les llega como un regalo, tiene un factor detonante. A ellos que les llegará el libro sabrán que los tomamos en cuenta y les proponemos que lean. Volverlo un problema mercantil es, verdaderamente, ser muy tonto o muy reaccionario para pensar así. Esas han sido dos o tres críticas nada más. Y luego algunos bots que contraatacaron, pero a estos cuates les vale madres lo que les propongas. Están para hacer fake news, pensamientos negativos. Es una lata. Me preguntaba un comunicador: ’¿Qué haces con los bots?’ Y le digo: ’Que tiren pedradas, jugamos ping-pong; ni cosquillas nos va a hacer la crítica negativa’. Lo que me preocupaba eran los problemas reales: ¿Cómo llego a una parte del aparato de salud, a los que hay que premiar por lo que han hecho por nosotros? Y no tengo respuesta todavía, ni tengo el número de libros que podremos entregar a enfermeras, doctores de los centros Covid. Tengo que tener una conversación esta semana para armar esa red, me parece moralmente obligatoria.

—Faltan 3 años y las críticas van a seguir. No sólo para ti, sino al proyecto del que eres parte, la llamada ’Cuarta Transformación’. La derecha está muy activa opinando, augurando un desastre para fin de sexenio…

—…No soy analista –ataja entre risas–. Yo tenía una bola para ver el futuro. Me fui a jugar boliche con ella y valió madre. Lo que sé es que las contradicciones que en nuestra sociedad existieron y existen están saliendo a flote. Están saliendo las explicaciones de por qué esta empresa trasnacional corrompe diputados. Está saliendo a flote el transita de segunda que vendía vales de gasolina en su trabajo, que tenía un cargo menor. Además, está saliendo a flote el cómplice, el periodista que acepta chayote [embute] y que aceptó chayote toda su vida y que hoy está desenmascarado: por más que grite que representa la libertad de expresión, no se lo cree ni su mamá. Está saliendo a flote toda esta basura del pasado y la gente está mejor informada. Y tiene que pasear para discutirla. La batalla no va a ser fácil, las contradicciones externas son muy potentes y las internas no son menores.

—El Che [Ernesto Guevara] lo decía: ’Compadre, las ideas se combaten con ideas’. Ahí la llevamos. Vamos a ver si es cierto que el poder popular que se está construyendo de abajo hacia arriba, la voz de los ciudadanos, la reflexión sobre lo que está pasando, gana esta pelea.

Para Taibo es la oportunidad de que el pueblo gane ’a los grandes empresarios, los que fueron los beneficiarios de la vieja estructura del capitalismo salvaje en México y se volvieron cómplices de ese capitalismo salvaje; y que no hubo generosidad en ellos para pensar en la nación primero’.CONTRALÍNEA

Colección 21 para el 21 comprende de los siguientes títulos.
Luis Villoro, La revolución de Independencia
Emilio Abreu Gómez, Canek
Rosario Castellanos, Balún Canán
Manuel Payno y Vicente Riva Palacio, El libro rojo de la Independencia
José C Valdés, La breve historia de la guerra con los Estados Unidos
Heriberto Frías, Tomóchic
Heriberto Dueñas, Tiene la noche un árbol
Antología de poesía mexicana del Siglo XIX
Elena Garro, Y Matarazo no llamó…
Emilio Carballido, Tiempo de ladrones
Amparo Dávila, Muerte en el bosque
Inés Arredondo, Río subterráneo
Mariano Azuela, Los de abajo
Josefina Vicens, El libro vacío
Elías Amador, Noticias biográficas de insurgentes apodados
Octavio Paz, El laberinto de la soledad
Carlos Monsiváis, Apocalipstick
Luis González y González, Pueblo en vilo
Elena Poniatowska, Paseo de la Reforma
Guillermo Prieto, Crónicas de amor, de historia y de guerra
Martín Luis González, La sombra del caudillo

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