El enemigo está en casa. Alejandro Olvera Mota, representante de Morena ante el Instituto Estatal Electoral (IEEH), esposo de la diputada Roxana Montelaegre Salvador y ligado al Grupo Universidad, provocó con su displicencia que en al menos 24 municipios no existiera representación obradorista, es decir, que antes de participar en la contienda electoral de 2020, en el 28.6% de los municipios no se aspirara a tener representantes ligados a la 4T.
La primer falla, o sabotaje, llegó al momento de inscribir una coalición.
Como ésta no se hizo a tiempo por no entregar la documentación en los términos que la Ley electoral dicta, lejos de que Morena interviniera directamente en la designación de candidatos para 25 municipios -o la totalidad de los mismos en la entidad- con sus aliados, el registro a destiempo provocó que se inscribieran bajo la modalidad de candidatura común.
Así, en lugar de tener injerencia en una parcialidad o totalidad de municipios para proponer perfiles afines a la 4T, se renunció a 17 municipios para obtener sólo 8 candidaturas comunes encabezadas por morenistas, dejando en los partidos aliados la responsabilidad de las propuestas de candidaturas no obradoristas.
En dos de estas candidaturas comunes además, Morena estaría impedido a gobernar los ayuntamientos incluso como aliado, pues no se entregó la documentación correspondiente para inscribir a los competidores.
Pero además de los 17 municipios referidos donde no es Morena quien proponga a los candidatos, hubo 7 demarcaciones donde el partido, compitiendo en solitario, no fue capaz de inscribir 7 planillas competidoras, lo que también se traduce en una derrota antes de siquiera competir.
Así, un solo personaje de Morena provocó 24 derrotas anticipadas para los obradoristas y ello se debió a un funcionario, aparentemente morenista, que los habría saboteado desde adentro.