El laboratorio AstraZeneca reconoció por primera vez en documentos judiciales que, en casos muy inusuales, su vacuna contra covid-19 puede causar trombosis, informó el diario británico The Telegraph.
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de Covid-19 el 11 de marzo de 2020, se han administrado en todo el mundo más de 13,500 millones de dosis de vacunas. Hasta noviembre de 2023, alrededor del 68% de la población mundial había recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19.
Algunas personas que fueron inoculadas con AstraZeneca emprendieron una acción colectiva contra el gigante farmacéutico y su vacuna contra Covid-19, desarrollada junto con la Universidad de Oxford, en Reino Unido, al considerar que podría haber causado muerte y lesiones graves en docenas de casos.
El primer caso, según The Telegraph, fue presentado en 2023 por Jamie Scott, padre de dos hijos, que quedó con una lesión cerebral permanente tras desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia en el cerebro que le ha impedido trabajar después de recibir la vacuna en abril de 2021.
AstraZeneca rechazó las demandas, sin embargo, aceptó en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero, que su vacuna contra el Covid-19 ’puede, en casos muy raros, causar STT’, las siglas del síndrome de trombosis con trombocitopenia, que provoca coágulos sanguíneos y un bajo recuento de plaquetas.
Hasta el momento, se han presentado 51 demandas ante el Tribunal Supremo británico, en las que las víctimas y sus familiares reclaman una indemnización por daños y perjuicios estimada en 100 millones de libras esterlinas.
Sin embargo la vacuna de AstraZeneca no fue la única que mostraba ser peligrosa para la salud, también los laboratorios de Pfizer y Moderna reconocieron que sus vacunas podían ser dañinas.
El Global Vaccine Data Network (GVDN) llevó a cabo un estudio identificando siete enfermedades o efectos secundarios relacionados con las vacunas contra Covid-19 de Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
Los autores del estudio, realizado por el Proyecto Global de Seguridad de las Vacunas COVID (GCoVS), destacan la necesidad urgente de un seguimiento integral de la seguridad de las vacunas, dada la magnitud sin precedentes de este escenario.
Los tipos de pacientes incluyeron pacientes hospitalizados en varios países, así como combinaciones de pacientes hospitalizados y ambulatorios en departamentos de urgencias en otras regiones. Los períodos de estudio abarcaron desde diciembre de 2020 hasta agosto de 2023.
En total, se vacunaron a 99,068,901 personas en los sitios del estudio, la mayoría de las cuales se encontraban en los grupos de edad de 20 a 39 y de 40 a 59 años.
Se administraron las siguientes dosis en los sitios del estudio:
Pfizer: 183,559,462 dosis
Moderna: 36,178,442 dosis
AstraZeneca: 23,093,399 dosis
Según el estudio, se identificaron siete enfermedades relacionadas con las vacunas seleccionadas:
Parálisis facial con la vacuna Pfizer/BioNTech
Trombosis del seno venoso cerebral con la vacuna Pfizer/BioNTech y AstraZeneca
Miocarditis con la vacuna Pfizer/BioNTech y Moderna
Encefalomielitis aguda diseminada con la vacuna Moderna
Embolia pulmonar con la vacuna Moderna
Pericarditis con la vacuna Moderna
Síndrome de Guillain-Barré con la vacuna AstraZenecaCon información de FORBES