La Hoguera
Emmanuel Ameth
Hace exactamente dos décadas, en el año 2001, la fachada que en su momento se conoció como el Hospital de la Beneficencia Española en Pachuca había quedado terminada, y aunque aún faltaba equiparla y diseñar el estacionamiento, la millonaria inversión requería de una pronta operación para ver un retorno de esos activos.
Fue la empresa Prodemex la que ya desde 2001, según el currículum de la entidad, había culminado con la fachada del inmueble.
Pero algo sucedió durante el camino que apenas esta semana, 20 años después, el inmueble ubicado sobre Boulevard Colosio, detrás de los terrenos de El Palmar, tuvo su inauguración oficial -aunque aparentemente entró en funciones hace un año- con el gobernador Omar Fayad como invitado especial.
En el trayecto, el hospital dejó de llamarse ’Beneficencia’ Española -porque en estricto sentido no lo era- y cambió su nombre por Hospital Español, con una figura jurídica y tributaria más acorde a su actividad económica.
¿Por qué es que una inversión de cientos de millones de pesos quedó parada durante dos décadas? Fue la pregunta que este reportero se hizo hace dos años, habiendo diversas suposiciones al respecto, pero que necesitaban ser comprobadas.
Fue así que se intentó contactar al Consejo-Patronato del hospital para plantear diversas preguntas al respecto pero no se obtuvo respuesta.
Se sabe que la dificultad no fue económica: como institución privada dedicada al ramo médico, con diversa infraestructura alrededor del país, daba cuenta de ello. Entonces el problema pasaba por algo más y los indicios llevaban al exgobernador Jesús Murillo Karam.
Murillo, quien dejó su cargo un año antes de culminar su mandato como gobernador constitucional de Hidalgo fue designado Oficial Mayor de la Reforma Agraria, dejando como “administrador” a Humberto Lugo Gil, teniendo cierto control no sólo sobre el gobernador interino sino también sobre su sucesor, Manuel Ángel Núñez Soto.
Posteriormente, cuando al hoy Hospital Español faltaban algunos detalles para iniciar operaciones, Jesús fue secretario general del PRI, cota de poder que le daba aún mayores credenciales para seguir influyendo en la vida pública.
Tras su mandato, Murillo no sólo “apareció” en la vida empresarial con importantes inversiones en la zona conocida como Tuzo Plaza -donde actualmente renta un inmueble al Registro Familiar- sino que, entre otros complejos -donde también habría una sociedad con el Club Pachuca-, destaca la zona donde se ubica Intermédica, un par de restaurantes y hasta la escuela Cedrus, todos ellos a contra esquina del Hospital Español.
Y sería precisamente por la edificación del Hospital Intermédica, uno de los negocios en los que más apostó Murillo Karam, que el Hospital Español demoró dos décadas en ser inaugurado, pues requirió que hubiera un gobernante que no perteneciera al grupo político del exprocurador.
