En 2017 Bernardo González Morales, entonces presidente de Acción Nacional (PAN) en Coahuila, manifestó que los exgobernadores Humberto y Rubén lideraban al crimen organizado en Coahuila desde hace 12 años y por ello los denominó ’El cártel de los Moreira’. Ahora el coordinador de los diputados de Revolucionario Institucional (PRI) Rubén Moreira ocupa expresiones propias de la delincuencia organizada para referirse al territorio hidalguense al cual se refiere como ’plaza’.
Fue en su programa semanal que difunde mediante redes sociales que el coahuilense dijo que el exgobernador Omar Fayad ’No defendió la plaza, ni las manitas metió’, haciendo alusión a que ’no intervino’, pese a estar prohibido por la Ley, en las elecciones que dieron alternancia al Estado de Hidalgo el año pasado.
Más allá de que los priistas vieran a la entidad como una mera plaza para las operaciones del PRI, la narrativa seguida es exactamente la misma que han ocupado para el Estado de México, pues en la pérdida de estos 2 de los últimos 3 bastiones que le quedaban al PRI, acusan a los exmandatarios de no haber cometido una ilegalidad -como lo es intervenir en una elección- y que ello los llevó a la derrota.
Por otro lado evidenció que tanto Silvano Aureoles en Michoacán, y Francisco Javier García Cabeza de Vaca en Tamaulipas hicieron todo lo posible por mantener sus estados, lo que podría considerarse como un delito electoral.
“A nadie le queda duda que Cabeza de Vaca o Silvano lucharon con su narrativa propia para conservar el estado para su partido; eso, con todo respeto, yo no lo vi en el estado de Hidalgo, para nada. Vi, eso sí, a un gobernador en una discoteca bailando en medio de la elección, vi a un gobernador ponderando la narrativa de los opositores y a un gobernador que nunca puso un alto a estos señalamientos, no defendió la plaza”, sostuvo.
Carolina Viggiano, esposa del legislador, contendió contra Julio Menchaca por la gubernatura de Hidalgo, sin embargo, según los agregados de encuestas, la desventaja que comenzó en 20 puntos se amplió hasta más de los 30 durante las campañas, provocando que perdiera por razón e dos a uno en las votaciones.