El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza fue cuestionado por integrantes del PAN por presunto nepotismo. Al ser una noticia vieja y ya desmentida, la desmintió fácilmente con datos, sin que ello mermara en forma alguna los gritos e interrupciones de los legisladores azules.
La diputada Gina Gerardina Campuzano acusó que en Pemex hay 16 supuestos familiares de Octavio Romero, fake news que ya había sido desmentida desde el año pasado y publicada en los medios.
’Ninguno de los 16 que tiene está ahí, tiene una antigüedad menor que la mía. Déjeme hablar, compórtese diputada, déjeme contestar’, reaccionaba el titular de la empresa del Estado ante las interrupciones.
’Todas estas personas a las que usted se refiere tienen entre 36 y 7 años de antigüedad. Yo no vine a un juicio señora diputada, yo tengo 3 (años)’.
La versión del funcionario es correcta y ya había sido difundida en medios tan pronto como se esparció la Fake News.
Sobre el caso específico de Enrique Priego Oropeza que sí es familiar, Octavio Romero sostuvo: “Es familiar mío, no tiene nada que ver con Pemex y ni siquiera tiene una relación conmigo, es usted una mentirosa, con todo respeto”, reviró.
Desde el año pasado se precisó que en la base de datos de la empresa hay por lo menos dos mil 006 trabajadores que se apellidan Romero y 173 que se apellidan Oropeza.
Hace exactamente un año, el diario Campeche Hoy publicó la nota “El Clan Oropeza”, en la que se refería a ocho supuestos familiares de Romero Oropeza que laboran en Pemex. Sin embargo, apuntó que este caso también fue desmentido, de hecho, bajo el mismo criterio que en el caso de los legisladores del PAN, pues sus antigüedades son mayores a las del director.
En aquel entonces, Pemex recordó que en 2002 un asambleísta del partido blanquiazul acusó que el ingeniero Octavio Romero Oropeza -quien entonces fungía como Oficial Mayor de Gobierno de la Ciudad de México- había metido a laborar a 37 parientes. Sin embargo, las acusaciones no pudieron ser sostenidas.
“La libertad de expresión no debe interpretarse como libertad para la difamación por parte de políticos, legisladores y medios de comunicación”, terminó en el documento.Con información de POLÍTICO.MX y SIN EMBARGO
