A partir de la pandemia por Covid-19, México se posicionó como el tercer país con mayor crecimiento en el salario entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer que en los dos trimestres del presente año se registró un crecimiento mundial del 2.7% en los salarios, siendo el aumento más alto en más de 15 años.
De acuerdo con el Informe mundial sobre salarios 2024-2025: ¿Está disminuyendo la desigualdad salarial en el mundo?, las regiones que han presentado mayor avance son Asia Central y Occidental (25.1%), Europa del Este (5.4%) y Asia-Pacífico (2.9%).
Para el 2023, los salarios en América Latina y el Caribe presentaron un aumento real del 1.7%, viéndose el resultado impulsado por el desempeño de México y Brasil, siendo del 5.3% y 5.2% respectivamente. Para este año la organización estima que el crecimiento real promedio de los salarios será de 1.5%.
’Después de mantenerse virtualmente sin cambios entre 2014 y 2019, el crecimiento real de los salarios en América Latina y el Caribe ha sido volátil desde la irrupción de la pandemia. El mayor impacto se reflejó con un decrecimiento de 2.7% en 2020, seguido por un descenso de 2% tanto en 2021 como en 2022 a medida que los trabajadores regresaban al mercado laboral y la inflación empezaba a erosionar los salarios reales.
Según la OIT, dentro de los 9 países con tasas acumuladas de crecimiento de salario superiores a las de México desde la pandemia por COVID, hasta 2024, sólo dos forman parte de la OCDE, a saber Turquía y Hungría.
Cabe mencionar que de los 160 países analizados en el informe, el 60% tuvo en 2022 aumentos en sus salarios mínimos, pero sólo en uno de cada cuatro incrementos significó un crecimiento real. Además, en el caso de 2023, si bien en 55% de los casos hubo un avance real en este referente, en su gran mayoría los ajustes no compensaron la merma que se observó en los dos años anteriores.
Pese al crecimiento de los salarios a nivel mundial y la disminución de la inflación, la OIT advierte que el aumento de los precios de bienes y servicios sigue siendo una amenaza latente para el poder adquisitivo de las remuneraciones, principalmente en las economías emergentes y en desarrollo.
“El retorno al crecimiento de los salarios reales es un avance positivo. Sin embargo, no debemos olvidar que millones de trabajadores y sus familias siguen sufriendo la crisis del costo de la vida que ha erosionado sus niveles de vida, y que las disparidades salariales entre y dentro de los países siguen siendo inaceptablemente elevadas”, expresó Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT, en un comunicado.
En tanto, y para hacer frente a la volatilidad económica, la organización recomendó a sus miembros mantener una política de crecimiento real del salario mínimo, porque en la mayoría de los casos los ajustes en este referente en el mundo no han logrado compensar el efecto de la inflación en el poder adquisitivo de la fuerza laboral.
De esta manera, se puntualiza en el documento, los gobiernos deben tener como prioridad proteger el poder adquisitivo de los trabajadores a través de las políticas de salario mínimo, principalmente de los que menos ganan.
“La medida reviste especial importancia a la luz del informe, que muestra cómo la crisis del costo de la vida de 2021 y 2022 afectó más a los trabajadores con salarios bajos y sus familias, que dedican una mayor proporción de sus ingresos a la adquisición de bienes y servicios esenciales, cuyos precios aumentaron en promedio más rápidamente que el índice de precios al consumidor”.