La aspirante a la candidatura por el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, aseveró que estando en secundaria vendía 600 gelatinas diarias para ayudar a sus padres, sin embargo recientemente demostraron que sería una falacia la que sostiene, toda vez que de hecho es humanamente imposible para una niña de esa edad.
Años atrás la tía paterna de Xóchitl Gálvez desmintió en una entrevista que de joven la panista vendiera gelatinas para solventar los gastos de su casa e indicó que fue su padre quien le pagó los estudios. Incluso, vivía en una vivienda que era de las más lujosas de la cabecera municipal, pues su padre era médico en una región donde prácticamente no había.
El doctor Ángel Balderas Puga exhibió a la Senadora, quien anteriormente aseguró que vendía 600 gelatinas diariamente en su localidad de Tepatepec, cabecera del municipio de Francisco I. Madero, donde habitaban en ese tiempo 6 mil 150 personas.
’Nunca tuvimos casa, entonces, siempre anduvimos arrimados con la familia de mi mamá, con la familia de mi papá. (...) Yo iba a vender gelatinas a la plaza de mi pueblo de niña y tuve la oportunidad de venir a la Ciudad de México en 1973 porque era una niña aplicada’. indicó en su momento la Senadora.
De acuerdo con Balderas Puga, de ser una gelatina tamaño individual cada gelatina tiene un peso aproximado de de 147 gramos, lo que significa que estando Xóchitl en secundaria, preparaba y posteriormente cargaba, solita, 88 kilogramos de gelatina.
Para su transportación necesitaría de 12 vitrinas, de las cuales cada una tendría una capacidad para llevar 54 gelatinas de 8 centímetros. Balderas Puga mostró que sumando el peso de las vitrinas más el de las gelatinas, la panista debió haber cargado 100 kilogramos desde su casa hasta las afueras del mercado de Tepatepec y yendo descalza para venderle al 10% de la población de la localidad (virtualmente imposible).
Debido a que en su localidad no contaban con secundaria en los años 70, Xóchitl Gálvez indicó que se tenía que trasladar caminando a Mixquiahuala para poder continuar sus estudios, todo ello antes de cargar hasta el mercado 100 kilos de peso en gelatinas que vendía en sólo una hora y regresar a su vivienda a dejar las vitrinas.
Cabe señalar que aunque nunca habló del margen de ganancia, Xóchitl está tan desubicada de la realidad que si hiciera el negocio el día de hoy y ganara sólo 3 pesos por gelatina (la mitad del margen de ganancia actual), habría ganado el equivalente a 1 mil 800 pesos diarios el día de hoy, por lo que de haber sido cierta su intención, aunque sea una sola vez, perfectamente le habría alcanzado no sólo para comprarse ella zapatos sino para hacerlo con los integrantes de toda su familia en un solo día de trabajo.
De acuerdo con Balderas Puga la senadora tuvo que haber vendido 600 gelatinas en una hora, lo que significaría que vendía 10 gelatinas por minuto de manera ininterrumpida durante una hora, lo que le habría obligado además de tener una fuerza sobrehumana, a tener más de dos manos para hacer las operaciones.
Lo anterior, que ya demuestra la falsedad de lo afirmado por la Senadora, sería además imposible en el sentido de que afirmó que no tenían dinero para comer y por eso vendía gelatinas, pero para el preparado de 600 necesitaría llenar a toda su capacidad 3 o 4 refrigeradores grandes, cuando la gente que se encontraba en necesidad en esos años ni refrigerador tenía.
Por su parte, el senador Gerardo Fernández Noroña ironizó, ante las declaraciones de la senadora, que ella dio una solución para erradicar la pobreza de México.
’Ya tengo la solución para que el país salga de pobre. Hay que poner a todo el mundo a vender gelatinas y tamales. Después, los afilias a Acción Nacional, los corrompes, los vuelves profundamente hipócritas y los impulsas a realizar negocios al cobijo del poder. Los millones llegarán como por arte de magia’, ironizó.
De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Xóchitl Gálvez pasó de vender gelatinas a ser millonaria, exhibiendo la lista de contratos y ganancias que las empresas de la senadora habrían tenido en los últimos nueve años, los cuales ascienden a poco más de mil 400 millones de pesos y que coinciden con sus cargos tanto en la delegación como en la Cámara de Senadores.
Si bien fueron poco más de 80 millones los contratos que hizo con las entidades gubernamentales siendo representante popular y/o representante popular, representando un conflicto de interés que omitió declarar por ser una acción ilegal, las empresas a las que le habría facturado serían proveedoras de gobierno, por lo que se ha presumido que como forma de "moche", solicitaba a los contratistas que a su vez contrataran a alguna de sus empresas para obtener beneficios económicos.
