Olvidando el mandato ciudadano que le fue conferido el pasado 1 de julio, lejos de abolir prácticas sanguinarias como las corridas de toros, el diputado de Morena Rafael Garnica Alonso fue ’convencido’ de los ’beneficios’ de las peleas de gallos y presentó una iniciativa ante el Congreso de Hidalgo para hacer de dichas peleas un patrimonio inmaterial.
La actividad promueve el morbo de asistir a eventos en los que las aves luchan por su vida y se desgajan la piel, ante el aplauso del público.
’El gallo de combate nació para pelear y esa es su misión, así como los demás animales tienen otra finalidad... (por ejemplo) los animales para carne son para consumo humano, las mascotas son para que las tengamos en el hogar, así todos los animales tienen una misión’, expresó el presidente de la Asociación de Galleros de Hidalgo Javier Pelcastre.
Tan convencido resultó Garnica Alonso que incluso afirma que son una fuente importante de empleos y que ese poco respeto por la vida era ’necesario’ para conservar empleos -como si los delincuentes defendieran su derecho a cometer ilícitos, pues de allí depende su ingreso-.