En su afán de mantener privilegios para una clase empresarial, Coparmex, el sindicato patronal que a la postre crearía al PAN el siglo pasado, volvió a mentir. Con la misma desfachatez que defendió en 2013 la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, señalando que gracias a ella la luz bajaría hasta en 30%, y que en su lugar terminó por subir 35%, aseguró que la Ley al outsourcing de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) traería 3.1 millones de trabajos formales menos, y que, en el mejor de los casos, pasarían a la informalidad.
Pero bastó sólo un año para corroborar que como en otros temas económicos, el beneficio para los mexicanos se impuso ante la defensa de los intereses de una minoría abusiva que a la fecha quiere seguir imponiendo sus privilegios.
Los efectos de la pandemia
Fue durante la actual administración que se rebasaron los 20 millones de plazas formales según los datos del IMSS. Posteriormente, los estragos económicos derivados de la pandemia por COVID provocaron una baja inmediata de los mismos, en el orden de los 500 mil para el primer mes y de 1 millón acumulado para el segundo.
El empleo en general también se vio afectado por la pandemia. El crecimiento sostenido observado desde finales de 2018 se vio interrumpido con una baja hasta en 12 millones de ocupados, quienes si bien no pasaron a las filas de desempleados, sí engrosaron la población no económicamente activa.
Los empleos abandonados tras la instauración de las medidas de contingencia sanitaria se recuperaron hasta el segundo trimestre de 2021, es decir, 5 trimestres después.
En ambos casos sin embargo, tanto el total de ocupados como en el número de empleos formales se encuentran en máximos históricos, pues han venido creciendo pese a que la pandemia aún no termina.
El crecimiento de los empleos formales, con toda y pandemia, tras la reforma al outsourcing
En plena pandemia y tras el llamado de Coparmex a prorrogar la Ley del Outsourcing, entró en vigor en septiembre de 2021, no sin que antes el organismo empresarial difundiera una serie de “amenazas” sobre la contracción del empleo por la medida.
Incluso, columnistas afines a dicho sindicato patronal se aventuraron a asegurar que en caso de que los empleos formales no se vieran reducidos, lo haría el salario asociado a estos.
Afortunadamente para los trabajadores formales del país, creció el empleo e incluso lo hicieron también los sueldos de este mismo sector económico.
